Dos
semanas después de conquistar cuatro cetros en los Panamericanos de
Guadalajara, a los seis pesistas cubanos la plataforma de París se
les convirtió en arenas movedizas, pues salvo el bronce del envión
alcanzado por el pinero Yoelmis Hernández (85 kg) con 205
kilogramos, lo más notorio del resto de los performances fue el
quinto escaño del matancero Sergio Álvarez en los 56 kg.
En Yoelmis estaban cifradas las mayores esperanzas antillanas,
pero su arranque (155) distó mucho de los 164 de Antalya’10. Vendría
entonces su fuerte, el llamado clean and jerk donde igualó el
total del alemán Tom Schwarzbach, quien comandó ese ejercicio en la
agrupación B, pero de mayor peso corporal que nuestro exponente:
84.61 kg por 82.49. Así el antillano se ratificó en la elite
universal, pero en busca del podio en Londres’12 debe mejorar mucho
su arranque y volver a levantar 210 o más en el envión.
Yoelmis, de 25 años, ahora no tuvo la dicha de realizar secuencia
perfecta en una división comandada por el iraní Kianoush Rostami 382
(173-209), seguido del anfitrión Benjamín Hennequin 378 (170-208) y
el polaco Adrian Zielinski, desplazado de la cúspide anterior al
tercer puesto.
Aun cuando hoy se definirán los ocupantes del podio de
premiaciones en los 94 kg, para el granmense Javier Vanega la justa
finalizó sin gloria alguna, luego de fallar tres veces sobre 170
kilogramos en el arranque, como parte de los participantes en la
llave B.