El reciente informe del Organismo Internacional de Energía
Atómica (OIEA) sobre Irán más que arrojar pistas del programa
nuclear iraní, reavivó este jueves debates militaristas en torno a
posibles escenarios de una nueva guerra.
Para el analista del blog Global Security, Julian Berger, la
interpretación del documento elaborado por inspectores del OIEA y
cuestionado por Rusia y China, queda a ojo del espectador por las
lecturas y la visión que quieran otorgarle, reporta Prensa Latina.
Berger, cuyo comentario reproduce el diario británico The
Guardian, señala que las referencias al programa iraní datan de
antes de 2003 y, tal como refleja el informe, los expertos de la ONU
tienen menos confianza para hacer afirmaciones sobre el período más
reciente.
Sí parece evidente, según el analista, que el informe ha
originado una madeja de opciones sobre la mesa desde la posibilidad
de continuar el diálogo, endurecer las sanciones contra la República
Islámica hasta un ataque.
Mientras algunas potencias europeas como Alemania, Francia y
Reino Unido se han unido para reclamar más represalias contra
Teherán, medios informativos manejan versiones acerca de un plan de
ataque aéreo por parte de Israel.
El diario británico Daily Mail desplegó este jueves la noticia de
una posible incursión de la aviación sionista contra instalaciones
nucleares iraníes, en fecha tan temprana como Navidad o Año Nuevo,
señala al citar a fuentes del gobierno de Londres sin identificar.
La ofensiva contaría con apoyo logístico de Estados Unidos y se
espera sea más pronto que tarde, pero descarta una participación
directa de Reino Unido, según aclararon fuentes del Ejecutivo,
consultadas al parecer por Daily Mail.
The Guardian, sin embargo, manejó versiones de que el Ministerio
de Defensa preparaba un plan de contingencia en caso de embarcar al
país en otra aventura militar junto al Pentágono, como ocurrió con
Irak en 2003.
Pero en el informe reciente del OIEA no hay nada nuevo que no
fuera conocido previamente por las grandes potencias occidentales e
Israel, enfatizó el citado experto británico de Global Security
(Seguridad Global).
Su opinión converge con los llamados de China y Rusia de que
todavía hay tiempo para negociar una salida pacífica a las
discrepancias de Occidente con el programa nuclear iraní, cuyo
gobierno lo relaciona con el derecho de la nación persa a
desarrollarse y llevar a cabo investigaciones con fines pacíficos.
En cuanto a una nueva aventura bélica de Estados Unidos bajo la
administración de Barack Obama, Berger advierte de que la Casa
Blanca no tiene estómago ni dinero para otra guerra, en la cual
saldría como perdedor, a juzgar por los pronósticos de analistas
militares.
Incluso, en caso de verse involucrado el Pentágono de forma
involuntaria en un conflicto para proteger a Israel, Washington
estaría bajo una fuerte presión política interna, supuso el experto
británico.
Irán figuró el miércoles en la agenda parlamentaria de la Cámara
de los Comunes (de Diputados) a instancias del ministro de Asuntos
Exteriores de Reino Unido, William Hague.
El canciller británico llamó a intensificar las sanciones para
aumentar las presiones sobre Teherán. Estamos considerando con
nuestros socios una serie de medidas adicionales en ese sentido,
afirmó Hague ante los diputados.
China, de otro lado, reiteró este jueves que la vía del diálogo y
la cooperación son la manera más efectiva de solucionar
adecuadamente la cuestión nuclear iraní. Rusia ratificó su negativa
al uso de la fuerza contra Irán y a la imposición de más sanciones.