"¿Voy
bien Camilo?" No fue casual la interrogante. Fue la certeza de
encontrar una respuesta clara, directa, segura… en un hombre de
confianza, en uno que arriesgaría —como antes lo hizo— todo por la
independencia y la Revolución.
"¡Vas bien Fidel!" Sencilla, mayúscula, inmensamente respondió el
Señor de la Vanguardia con una única línea que trascendería aquel
discurso en la Ciudad Militar y que recordaría, por siempre, el
espíritu y la gloria eterna de Camilo Cienfuegos: el expedicionario
del Granma, el Héroe de Yaguajay, el hombre de sonrisa de pueblo.
Pero no siempre hubo un Camilo Héroe, al menos no en la lucha
grande. Antes de eso existió uno que fue aprendiz de sastre y
dependiente de una tienda de ropa en La Habana, desde donde inició
sus labores revolucionarias. De ahí provinieron también su nobleza,
su vivacidad y su ánimo jocoso.
Sin embargo, el sombrero alón y la jovialidad del "más brillante
de todos los guerrilleros", como lo calificó el Che, fueron
prontamente arrebatados a la Revolución. A 300 días del Triunfo, el
Héroe murió.
El Señor de la Vanguardia desapareció en el mar cuando venía en
una avioneta de Camagüey, rumbo a La Habana, luego de extinguir la
sedición del otrora comandante Hubert Matos en esa provincia
oriental.
Desde ese entonces, sin destino para sus ofrendas, el pueblo
cubano riega flores en todo el litoral del país cada 28 de octubre
en homenaje a este grande de la Revolución.
Pero no fueron sus ideas, su carácter, la influencia de sus
acciones, de su actitud… arrastradas en el torrente. A Camilo se le
recuerda no solo como el guerrillero diestro y confiable; sino
también como el hombre sencillo, campechano, como la imagen del
pueblo que defendió.
Es por ello que este 28 de octubre, en que se cumplen 52 años de
la desaparición física de Camilo Cienfuegos, los más de 11 millones
de habitantes de la Isla recordaron, a orillas del mar, a este
hombre que creía, al igual que quienes le saludan, que "!La
Revolución cubana no se detendrá nunca ante nada! ¡Si tenemos que
llegar a la luna con un cohete nuestro, a la luna llevará la
Revolución cubana un cohete también!".