Una corte de Londres analizará una acusación contra Estados
Unidos por emplear sus tropas armas con uranio enriquecido en la
ciudad iraquí de Fallujah, en 2004, reveló este sábado el canal ruso
de televisión Russia Today.
En declaraciones a la versión en inglés del referido canal,
Christopher Busby, especialista británico y uno de los autores de un
informe para probar estragos causados a niños nacidos en Fallujah,
estimó que ahora se trata de los resultados de una segunda pesquisa,
reporta Prensa Latina.
La primera etapa de la investigación demostró con pruebas tomadas
en el suelo, el agua y otras partes de la referida ciudad, duramente
bombardeada por aire y tierra durante semanas en 2004, la existencia
en esa zona de uranio enriquecido, sin ahondar en las causas,
afirmó.
En esta ocasión, realizamos análisis con una nueva tecnología
conocida como ICPMS, la cual puede ir más allá de posibles maniobras
de los militares para borrar los rastros del empleo de armamentos
con uranio enriquecido, explicó el experto británico.
Las pruebas efectuadas en 25 padres demostraron la relación entre
el nivel de concentración de uranio enriquecido, el mismo empleado
en plantas atómicas y bombas nucleares, hallado en su pelo y piel
con las deformaciones y casos cancerigenos registrados en sus
menores, apuntó.
El uranio detectado es fabricado por el hombre, pues coincide con
los parámetros del material que queda al extraerlo en bruto y
separar el isótopo U235, el cual es empleado para elaborar el
combustible de centrales atómicas o armas nucleares, subrayó Busby.
Al parecer, el Pentágono paso del uso de polvo del referido
uranio en proyectiles antitanques, como ocurrió en la primera Guerra
del Golfo en 1991, a otro tipo de armamento más sofisticado,
consideró el especialista, citado por Russia Today.
Los mismos rastros de radioactividad provocada por el uranio los
hallamos en unos cráteres formados por la caída de proyectiles
después de la agresión israelí al Líbano, en 2006, así como en
muestras de agua tomadas en la franja de Gaza, destacó.
Así que hablamos de un crimen de guerra que es necesario
investigar, afirmó.
La utilización del uranio como armamento debe ser prohibido al
igual que ocurrió con los gases venenosos, pues ello contamina el
medioambiente, lleva al incremento del cáncer, deformaciones
congénitas y a la infertilidad, entre otros males, denunció.
Nosotros debemos evitar que los militares empleen el referido
tipo de armamento. A lo mejor ello ya ocurrió en la agresión a
Libia, sólo será necesario esperar cuáles serán los niveles de
cáncer y males congénitos que puedan aparecer en ese país
norafricano, advirtió.