Activistas
del grupo indignados en Los Ángeles, California, presagian hoy un
"día negro" si las autoridades locales proceden a desalojarlos de
los jardines del Ayuntamiento, informa Prensa Latina.
"Si el alcalde se atreve a llamar a la autoridad para sacarnos
será un día negro en la historia de nuestra ciudad", dijo Mario
Brito, dirigente del movimiento que acampa afuera del edificio de la
alcaldía desde hace 27 días, en declaraciones al diario La Opinión.
"Yo estaré dispuesto a ser arrestado", advirtió Brito en
referencia al violento desalojo de grupos en las ciudades de Oakland
y Atlanta, que concluyeron con decenas de personas arrestadas en
enfrentamientos con policías antimotines que atacaron con gases
lacrimógenos.
En Oakland, comunidad cercana a San Francisco, un centenar de
personas fueron detenidas después de que las autoridades ordenaron
despejar la explanada del Centro Cívico donde acampaban
indefinidamente.
En la acción Scott Olsen, un soldado de 24 años y veterano de la
guerra en Irak, sufrió una fractura de cráneo tras ser golpeado en
medio del enfrentamiento entre las autoridades y los manifestantes
el miércoles, incrementando más la preocupación entre algunos en el
movimiento.
Mientras, la Policía de Atlanta obligó la víspera a la evacuación
de un parque donde se concentraban decenas de "indignados" y detuvo
a 52, que se negaban a abandonar el área en momentos en que
helicópteros sobrevolaron el área y apuntaron sus reflectores contra
los manifestantes.
Según declaraciones del alcalde de Los Ángeles, Antonio
Villaraigosa, al diario Los Ángeles Times, los cientos de
"indignados" que pernoctan en casas de campaña han dañado el césped,
los árboles y el sistema de aspersores del Ayuntamiento.
Los manifestantes, señaló, deben respetar las leyes y reglamentos
de la ciudad y aunque se les ha permitido acampar en el césped del
Ayuntamiento, no pueden continuar indefinidamente.
Ahora el gobierno de esta ciudad trabaja en la identificación de
otro sitio donde se puedan instalar los "ocupantes", quienes ya
habían planeado extender su territorio a la plaza Fletcher Bowron
Square, frente al edificio de la Alcaldía.
"Nos pueden sacar de aquí pero vamos a regresar", afirmó Carlos
Marroquín, quien instaló una carpa para atender a víctimas de
embargos de viviendas. "Nos pueden sacar como lo hicieron en Oakland,
pero se pondrá peor", advirtió en declaraciones citada por La
Opinión.