Canadá confirmó su participación en el nuevo proyecto militar
estadounidense conocido como Constelación Satelital y anunció que
aportará 477 millones de dólares para su implementación, reportaron
hoy medios noticiosos.
El programa Wideband Global Satellite System (WGSS, programa
satelital global de banda ancha) ha sido publicitado por el
Pentágono como la más moderna red de comunicaciones válida para
operar durante todo tipo de conflictos bélicos, incluso nucleares.
Sin embargo, el plan marcha con un retraso de siete años, la
sobrecarga de presupuesto respecto a cálculos iniciales anda por
39,5 por ciento y el costo total actual frisa en 1,3 mil millones de
dólares, recordó el diario Vancouver Sun.
Son razones por las que Washington busca con urgencia socios
financieros que colaboren en la implementación del proceso para
poner en órbita nueve satélites de alta frecuencia y potencial
conexión con todos los ejércitos aliados de Estados Unidos.
Además de Canadá, naciones como Australia, Nueva Zelanda,
Luxemburgo, Dinamarca y Holanda fueron convencidas por el
Departamento de Defensa estadounidense para que se incorporaran al
sistema con el conveniente aporte de una millonada de capitales.
Australia también prometió desembolsar 800 millones de dólares
para tener derecho a una porción funcional del WGSS que incluiría al
sexto satélite, destinado a vigilar áreas sobre el Océano Índico.
En rigor este programa norteamericano ha enfrentado tantas o más
dilaciones que su similar relacionado con la fabricación del avión
de quinta generación F-35 Strike Fighter. El primer satélite,
previsto para 2004, fue activado cuatro años después, señaló Prensa
Latina.
De acuerdo con informaciones del Congreso de marzo pasado, se han
registrado problemas con la manufactura general: inadecuadas
instalaciones de antenas, tuercas incorrectamente acopladas a
remaches y soldaduras flojas.