El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, anunció este jueves
durante una visita a Riobamba, capital de la provincia Chimborazo,
el propósito de su gobierno de declarar al país libre de
desnutrición infantil en los próximos cuatros años.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al
menos uno de cada cinco niños menores de cinco años tiene baja talla
para la edad, es decir desnutrición crónica, en un país de gente
joven, donde el 13 por ciento de la población tiene menos de cinco
años, reporta Prensa Latina.
Estas cifras casi se duplican en poblaciones rurales e indígenas,
por ejemplo en Chimborazo, con alta población originaria, la
desnutrición alcanza un 44 por ciento, mientras el promedio nacional
es de 19 por ciento, precisa la oficina de Unicef en Ecuador.
El Gobierno impulsa la promoción de la lactancia materna y los
programas de alimentación complementaria dirigido a embarazadas y
madres que dan de lactar a sus hijos e hijas de seis meses en
adelante.
Para ello, el Programa Aliméntate Ecuador, pone énfasis en la
atención a familias que tienen madres y niños y niñas menores de
cinco años, y el programa integrado de micro nutrientes básicos para
el normal desarrollo de los infantes.
Explicó Correa que su Gobierno entrega un incentivo económico a
las madres embarazadas para que se realicen chequeos médicos, a fin
de evaluar las condiciones de desarrollo del infante, y para que
lleven al recién nacido (hasta un año de edad) al control médico.
Una de las causas de la mortalidad infantil es la desnutrición de
las madres mal alimentadas, por eso el programa a las embarazadas
para que se realicen atención médica y también a su niño recién
nacido, dijo el Jefe de Estado.
Ramiro González, presidente del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social, informó que esa institución mantiene 15 centros
para dar atención a la población rural de la provincia de
Chimborazo, dotados con medicamentos.
El Programa Mundial de Alimentos estableció que Ecuador es el
cuarto país de América Latina, tras Guatemala, Honduras y Bolivia,
con altos índices de desnutrición infantil.