Un sismo de menor magnitud sacudió este jueves el sur de Turquía,
donde hace menos de una semana un terremoto de 7,2 grados en la
escala Richter causó 534 muertos y mil 650 heridos, según cifras del
gobierno.
El Observatorio Kandilli de Investigación Sismológica detectó el
seísmo de mediana intensidad (5,4 grados) en los distritos de
Yuksekova y Hakkari, sin reportar víctimas o daños materiales,
reporta Prensa Latina.
Los equipos de rescate continuaron este jueves las labores de
búsqueda de más sobrevivientes que quedaron atrapados desde el
domingo en la montaña de escombros de más de dos mil edificios
destruidos en varias localidades de la provincia de Van, pero sobre
todo en la ciudad de Ercis, la más golpeada por el movimiento
telúrico.
Aunque el deterioro de las condiciones climatológicas dificulta
la búsqueda, las brigadas continúan las operaciones de socorro con
ayuda de equipos y los perros, puntualizaron funcionarios de la
Dirección de Desastres y Situaciones de Emergencia (AFAD).
Un joven de 19 años fue el primero en ser rescatado este jueves,
tras permanecer cuatro días atrapado (91 horas) por restos de
concreto, según un reportaje del canal NTV de la televisión turca.
Con anterioridad los socorristas salvaron el miércoles a un
estudiante y dos profesores, consignó el periódico Hurriyet Daily
News.
Desde el domingo los equipos de salvamento han rescatado a 185
personas con vida en distintas poblaciones de Van, una región
mayoritariamente habitada por kurdos, en la frontera con Irán,
acorde con datos de la AFAD.
El gobierno prosiguió la entrega de más tiendas de campaña,
mantas y alimentos a las miles de familia que quedaron sin hogar,
mientras persisten las quejas por las irregularidades en la
distribución de las ayudas a los damnificados.
La fría lluvia otoñal y la nieve representan un duro castigo para
los evacuados, quienes en ocasiones se ven compelidos a refugiarse
en tiendas superpobladas o permanecer alrededor de las fogatas para
mitigar el efecto de las bajas temperaturas.
No pudimos calcular que habría una demanda tan grade de tiendas
para cubrir a los afectados en la región, alegó el viceprimer
ministro turco Besir Atalay.
Junto con las dificultades logísticas y de infraestructura, la
Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos
Humanitarios notificó la existencia de casos de diarrea y neumonía.
La portavoz de la organización Elisabeth Byrs manifestó
preocupación por estos problemas de salud, que además del frío,
estarían relacionados con las dificultades de acceso al agua
potable.
Agregó que la entidad donó 400 carpas, junto con el aporte de la
agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en el orden de unas
cuatro mil tiendas de campaña, 50 mil mantas y 10 mil colchonetas.
El gobierno turco confirmó la aceptación de ayuda humanitaria
procedente de 12 países y dos organizaciones internacionales,
durante una rueda de prensa del portavoz de la Cancillería, Selcuk
Unal, citado por la estatal agencia Anatolia.
Por su situación geográfica Turquía se haya comprendida dentro
del cinturón Transasiático, una de las zonas más sísmicas del
planeta. Hasta la fecha el más devastador de esos fenómenos ocurrió
en 1939, en Erzincan, con saldo de 45 mil muertos.
El terremoto de Izmit, en 1999, ocasionó más de 17 mil víctimas
mortales. La propia región de Van fue sacudida por un sismo en 1976
que dejó unos cuatro mil muertos.