Cuba denunció este jueves en Naciones Unidas la pretensión de
algunos gobiernos de convertirse en fiscales de todo el mundo y en
universalizar un modelo único de organización social.
Los principios de universalidad, objetividad, imparcialidad y no
selectividad en el enfoque de los derechos humanos siguen ausentes
de los discursos y de la práctica misma de algunos países
desarrollados, añadió, reporta Prensa Latina.
Al hablar en la Tercera Comisión de la Asamblea General, el
representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera,
llamó a enfrentar los urgentes retos que tiene por delante la
humanidad, en particular los países en desarrollo.
Apuntó que un futuro de paz, desarrollo y plena realización de
todos los derechos humanos para todos, sólo podrá ser construido a
través de la cooperación, la solidaridad y el respeto mutuo .
El diplomático cubano criticó las políticas que impiden la
cooperación eficaz y el diálogo sincero sobre los obstáculos que
limitan el ejercicio de todos los derechos humanos.
Algunos gobiernos siguen pretendiendo convertirse en fiscales de
todo el mundo y en universalizar un modelo único de organización
social, insistió.
Dijo que desde algunas capitales del Norte opulento y desdeñoso
se continúa mirando hacia el Sur con arrogancia y desdén y demandó
respetar y defender el derecho a la libre determinación de los
pueblos como piedra angular de nuestras acciones .
Destacó el valor de la diversidad de culturas, religiones,
sistemas políticos, económicos y sociales y advirtió que cualquier
intento de sojuzgar este patrimonio, imponiendo patrones y modelos
de los centros de poder del Norte, constituye una grave violación de
la esencia misma de los derechos humanos.
También repudió la selectividad que practican esos países en la
materia e instó a denunciar todas las violaciones que se cometen en
esas naciones y los territorios bajo su jurisdicción.
La libertad y la democracia no son patrimonio exclusivo de los
Estados desarrollados, a quienes nadie ha otorgado facultades para
juzgar y determinar el destino político y social del resto de los
países, subrayó el embajador cubano.
Más adelante, abogó por la promoción de un verdadero diálogo
entre las distintas civilizaciones y de la justicia social, la
equidad y la solidaridad internacional.
Asimismo, exhortó a proteger y promover los derechos humanos y el
pleno respeto a los propósitos y principios de la Carta de la ONU,
frente al intento de eliminarlos, rescribirlos o interpretarlos para
legitimar un orden unipolar y los intereses hegemónicos de algunas
potencias.
Cuba continuará su firme lucha contra la manipulación y a favor
de la cooperación internacional en materia de derechos humanos,
concluyó.