WASHINGTON, 24 octubre.— El presidente estadounidense, Barack
Obama, calificó hoy de inoperante al Congreso de su país al anunciar
nuevas medidas para ayudar a familias al borde del desalojo.
Durante un acto en Nevada (oeste) el mandatario anuncio planes
para apoyar a las familias que padecen la crisis hipotecaria que
afecta a los estadounidenses a causa, según dijo, de la creciente
inacción del poder legislativo.
Estoy aquí para afirmar que no podemos esperar a que un Congreso
crecientemente inoperante haga su trabajo, señaló Obama.
El presidente anunció una reforma al Programa de Refinanciación
Asequible de Casas (HARP), el cual contempla aumentar los plazos
para la refinanciación de las hipotecas, ampliar las condiciones de
acceso y prescindir de algunos costos financieros de los préstamos
concedidos por los gigantes Fannie Mae and Freddie Mae.
Las Vegas, en Nevada, es una de las ciudades más afectadas por la
crisis inmobiliaria con una caída del precio de las viviendas del 50
por ciento desde 2008.
La medida anunciada por la Casa Blanca pudiera favorecer a un
millón de familias que se vieron afectadas por el descenso de los
precios.
Según las normas para la refinanciación de una hipoteca exigen
que la perdida del valor de una casa no rebase el 25 por ciento para
poder acceder a una refinanciación.
Obama aseguró además que proseguirá en su empeño de gobernar con
o sin el Congreso, luego que el poder legislativo bloqueara la
mayoría de sus propuestas desde que la Cámara de Representantes está
en poder de los republicanos tras las elecciones de noviembre de
2010.
El presidente, tras varios fracasos para tratar de sacar adelante
su plan de empleos, prosigue hoy su gira por Nevada y California
intentando atraer a los votantes, sobre todo a los hispanos, en dos
estados donde esa comunidad tiene un peso importante.
Hace una semana estuvo en Carolina del Sur y Virginia. Esta noche
estará en Los Ángeles, California, donde desarrollará su primer
evento para recaudar fondos entre los latinos.
Su visita al estado tiene como objetivo reconquistar el voto
hispano, en lucha directa contra el abstencionismo, para muchos su
peor enemigo.
En los comicios de 2008, cerca de 10 millones de hispanos
salieron a votar y de ellos el presidente capturó el 67 por ciento
de las preferencias, contra John McCain con 31 por ciento.
Organizaciones hispanas estiman que en los próximos comicios
participarán pocos más de 12 millones de latinos y expertos predicen
que el que gane ese grupo obtendrá la victoria en las urnas.
En la actualidad la directora política de la campaña electoral de
Obama, Catherine Archuleta, es hispana y en noviembre será anunciado
el nuevo director para el voto latino, en el engranaje electoral del
presidente.
En la actualidad la red "Obama for America" realiza un intenso
trabajo en estados considerados clave para las próximas elecciones
como Florida, Nuevo México, Colorado, Nevada y California.