WASHINGTON, 18 octubre.— Varias organizaciones de defensa de los
derechos de los inmigrantes exigieron hoy a la administración del
presidente, Barack Obama, que cambie su política migratoria de forma
inmediata.
Los activistas se reunieron con funcionarios de la Casa Blanca y
demandaron el fin del programa federal Comunidades Seguras, el cual
facilita el intercambio de información entre policías locales y las
autoridades de inmigración.
Bajo el programa Comunidades Seguras, la policía envía la
información de las huellas dactilares de las personas arrestadas a
varias bases de datos federales, incluidas las de inmigración, con
el propósito de identificar a los encarcelados, conocer sus
antecedentes judiciales así como su estatus migratorio en Estados
Unidos.
Todos los inmigrantes tienen derechos. Es cierto que muchos
cometen errores, pero no merecen un sistema de deportación injusto,
dijo Michelle Fei, representante del Proyecto de Defensa de los
Inmigrantes, durante una rueda de prensa en Manhattan.
Los activistas denunciaron, asimismo, la cifra récord de más de
392 mil personas deportadas durante el año fiscal 2010, según datos
revelados este martes por la agencia de Inmigración y Control de
Aduanas.
Las cifras indican que Estados Unidos deportó en este periodo
unas 23 mil personas más que en el último año de la presidencia de
George W. Bush.
Recientemente, la secretaria de Seguridad Interna, Janet
Napolitano, defendió la política de deportación de emigrantes
ilegales implementada por la actual administración.
Un informe de la Coalición Pro Derechos del Inmigrante en Los
Ángeles, estimó a inicios de este mes que durante los dos primeros
años del gobierno de Obama, las autoridades devolvieron a sus
respectivos países a por lo menos un millón 400 mil inmigrantes.