La provincia de Daraa, donde estallaron las revueltas en Siria en
marzo pasado, retorna a la normalidad, aunque acontecen ocasionales
ataques terroristas por bandas armadas, aseguró este martes su
gobernador, Muhammad Khalid al-Hannous.
Todavía se aprecian en la capital provincial, de nombre homónimo,
las huellas de la violencia que perturbó en marzo y abril últimos la
habitual tranquilidad de esa ciudad de unos 300 mil habitantes,
localizada en la porción sur siria a escasos dos kilómetros de la
frontera con Jordania, reporta Prensa Latina.
La Corte de Daraa, en la que está adjunta una comisaría,
incendiadas el 20 de marzo por turbas violentas, y la sede local de
la estación de radio y televisión que corrió igual suerte el 17 de
abril, muestran paredes ennegrecidas, estantes y archivos calcinados
y muebles chamuscados.
En las fachadas de ambas, así como en las de inmuebles
colindantes son visibles aún los impactos de balas disparadas por
individuos armados violentos que aprovecharon la oportunidad para
exacerbar aún más los ánimos de una parte de los manifestantes que
los acompañaron en tales vandalismos, recuerda Alobidat Naif,
director de la radio y televisión local.
Unos 20 policías, destacados en la estación del tribunal,
resultaron lesionados y hospitalizados, la mayoría por síntomas de
asfixia, rememora Naif.
Pero en la medida que las demandas de la población fueron
satisfechas, entre ellas la remoción del anterior gobernador, la
gente volvió a su rutina diaria, se disiparon las manifestaciones y
retorna la calma, señaló el actual dirigente provincial, Khalid al-Hannous
quien asumió el cargo en mayo.
Solo persisten pequeñas bandas de terroristas armados que se
empeñan por impedir el proceso de reformas que lidera el Presidente,
Bashar al-Assad, a solicitud del pueblo, e intentan evitar el
restablecimiento total de la estabilidad, acotó el gobernador en
declaraciones a Prensa Latina.
La ciudad es hoy mucho más segura, la gente prosigue en su rutina
y labores, y los terroristas armados que aún intentan perturbar la
tranquilidad ciudadana responden a una agenda extranjera anti-siria
que alientan los centros de poder de Estados Unidos, el Reino Unido
y Francia, acentuó el dirigente.
A una pregunta sobre los preparativos para las elecciones locales
y provinciales programadas para diciembre, Khalid al-Hannous
respondió enfáticamente: Ya comenzamos y tenemos estructurado los
sectores electorales .
Todavía no está definida la cifra exacta de candidatos, ni la
cantidad de funcionarios que serán elegidos, pero de las urnas
emergerán decenas de jefes y miembros de los consejos a nivel
villas, municipalidades y de la provincia.
Daraa es una región de un millón 500 mil habitantes, la gran
mayoría de credo musulmán sunita, cuya economía se sustenta
básicamente en la producción agrícola.
La capital provincial muestra planes constructivos en desarrollo
en nuevas avenidas y edificaciones lo cual es señal de prosperidad.
Y en una mirada a su centro comercial se nota que la gente vuelve
a las calles y padres sacan a sus hijos a comprarle golosinas.
No obstante, la experiencia recientemente vivida y los ataques
vandálicos de las pequeñas bandas armadas que todavía acontecen,
aunque cada vez más distanciados, impiden que desaparezca por
completo aún la aprehensión que sienten algunos vecinos de esta
localidad, como dice sentir Alnitaquain Hala Tany, directora de una
escuela primaria.
Pero mientras la educadora explicaba la razón de su temor,
decenas de niños y niñas jugaban alegres a la hora del receso en el
patio del centro escolar, ajenos en su inocencia a los sucesos que
pusieron en crisis a su región y al país.