Entre seis y 18 personas, en su mayoría opositores a Alí Abdulah
Saleh, murieron y decenas resultaron heridas este martes en Yemen
abatidas por fuerzas gubernamentales, mientras prosiguieron las
protestas para exigir la renuncia del presidente.
Activistas que se manifestaban en las calles de Sanaa acusaron a
la Guardia Republicana de abrir fuego y matar a siete personas,
además de herir a decenas, lo que desató una marcha de jóvenes que
gritaban o exhibían en su pecho la frase Véte carnicero, en alusión
a Saleh, reporta Prensa Latina.
Decenas de miles de acampados en la denominada Plaza del Cambio
de la capital se movilizaron para reclamar la dimisión de Saleh y
condenar la que consideran componenda de potencias mundiales para
mantener al mandatario en el cargo, pese a que públicamente piden su
remoción.
Fuentes médicas no gubernamentales indicaron que al menos 18
opositores, incluidos civiles y militares desertores subordinados al
general Alí Mohsen Al-Ahmar, perecieron en las últimas horas en los
enfrentamientos con las fuerzas regulares en varias zonas de Yemen.
De ese total, al menos ocho perdieron la vida en esta capital, y
de esos tres fueron civiles atrapados por el fuego cruzado, mientras
un manifestante también cayó abatido en la suroccidental Taizz,
agregaron galenos que contabilizaron 30 lesionados en ambas ciudades
y Adén.
Las protestas antigubernamentales de los últimos días han sido
respondida con severidad por la policía y la Guardia Republicana
leales a Saleh, que tildó de golpistas a quienes en su opinión-
intentan con su renuncia alterar el orden constitucional del país.
Además de la dimisión inmediata e incondicional, los activistas
exigieron procesar judicialmente al jefe de Estado por la matanza de
sus adversarios, al tiempo que urgieron a la comunidad internacional
y al Consejo de Seguridad de la ONU a ayudar para su destitución.
Anoche, mientras Sanaa registraba una de las jornadas más
violentas de los últimos meses, Saleh aseguró en una reunión con
policías y militares estar comprometido con un plan del Golfo
Pérsico para un cambio pacífico del poder, aunque lo ha rechazado en
cuatro ocasiones.
Sin embargo, voceros del gobierno de Saleh afirmaron que el
presidente no firmará la iniciativa, aunque el Consejo de Seguridad
emita una resolución instándolo a renunciar.
Igualmente, el gobernante yemenita dijo que lo que ocurre en su
país es un golpe de Estado de la Hermandad Musulmana en coordinación
con Al-Qaeda, y criticó los ataques de los militares de Al-Ahmar
contra la sede de la televisión estatal.
Las fuerzas de Al-Ahmar informaron que 10 de sus hombres fueron
asesinados mientras protegían a los protestantes el fin de semana en
Sanaa, al parecer por disparos de francotiradores.