La secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, prometió
hoy ampliar la cooperación no militar con la insurgencia libia,
durante una visita relámpago que coincidió con el recrudecimiento de
los combates en Sirte, advirtió Prensa Latina.
La jefa de la diplomacia de Estados Unidos llegó a Trípoli
después del mediodía e inició la que devino primera visita de un
funcionario de alto rango de su país desde que la capital cayó en
manos del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) en
agosto.
También es el primer norteamericano con su investidura que viajó
a Libia desde 2008, cuando lo hizo la entonces secretaria de Estado
Condolezza Rice, que fue recibida por Muamar El Gadafi.
Durante las conversaciones con líderes del CNT, Clinton ofreció
ayuda millonaria para la reconstrucción de este país norafricano,
cuya devastación se acentuó en marzo pasado con los bombardeos
aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La emisaria de Washington conversó con el jefe del CNT, Mustafa
Abdul Jalil, el segundo de ese órgano amparado por Occidente,
Mahmoud Jibril, y Alí Tarhouni, encargado de las Finanzas y el
Petróleo, explicó la propia Clinton en posterior rueda de prensa.
Según fuentes diplomáticas en esta capital, Clinton anunció que
la Casa Blanca incrementará ligeramente los más de 130 millones de
dólares destinados desde el inicio de la rebelión libia para, entre
otras cosas, recuperar y destruir armas convencionales.
Asimismo, se manejó un nuevo financiamiento de Washington para
que Trípoli brinde asistencia médica a largo plazo a algunos de los
15 mil heridos que se estima ha provocado la guerra.
Rodeada de un inmenso dispositivo de seguridad, la canciller
estadounidense apuntó que se proponía alentar la transición de Libia
hacia la democracia, aunque comentaristas locales consideraron que
el viaje tuvo un fuerte componente de negocios en el ámbito
energético.
Clinton llegó a Trípoli varias semanas después de que lo hicieran
el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y los primeros ministros
de Gran Bretaña, David Cameron, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan,
así como los titulares de defensa británico, italiano y canadiense.
Sin embargo, ni entonces ni ahora los jefes del CNT pudieron
recibir a representantes de países de la OTAN con el pretendido
gobierno provisional conformado, debido a que persiste una fuerte
resistencia de los leales a El Gadafi en Sirte y Bani Walid.
Aunque informaciones locales indicaron que Bani Walid está
prácticamente bajo control de los insurrectos, la ciudad natal de El
Gadafi sigue indómita y sometida a bombardeos aéreos y de cañones,
así como disparos de lanzacohetes, obuses de morteros y armas
automáticas.