"Mi familia cuenta con 17 personas, entre ellas ocho niños, que
sufren hambre y no tienen nada que comer", relató Rafah Hamid,
citado por Telesur.
"Cuando dejé mi casa, me llevé provisiones (...) pero desde hace
dos días no nos queda nada. Los niños tienen hambre, no tenemos más
leche ni alimentos adecuados para darles", manifestó.
Yasser Chagluf, voluntario de una organización no gubernamental
llegada de Al Marj, al noreste del país, para distribuir alimentos
relató que "muchos se han instalado en campamentos en pleno desierto
o en localidades próximas. También a ellos les falta agua,
electricidad o comida para los niños".
Según cuenta, hace una semana la organización llegó al punto de
control en las afueras de Sirte, pero "las críticas condiciones en
las que vive la gente de aquí nos han hecho volver pese al peligro,
ya que los combates prosiguen".