Las autoridades neozelandesas tratan de reducir el impacto
provocado por el derrame de cientos de toneladas de petróleo cerca
del puerto de Tauranga, en el norte del país, advirtió Prensa
Latina.
Aunque el clima mejoró, las fuertes olas impiden reanudar el
bombeo del combustible desde el buque Rena, que transportaba más de
dos mil toneladas, de las cuales centenares han caído a las aguas.
El buque, de bandera liberiana, encalló el 5 de octubre en una
zona de arrecifes y las labores de saneamiento continúan siendo muy
complicadas, según reportes de las autoridades.