Millares de estadounidenses se preparan este viernes
para sumarse a millones de personas en el mundo que tomarán calles y
plazas mañana para protestar contra la inequidad del sistema
financiero, según fuentes de los manifestantes.
Presente en urbes como Nueva York, Washington,
Boston, Filadelfia, Los Ángeles, Chicago, Miami, Dallas, y en más de
60 ciudades del país, los llamados indignados se sumarán a las
manifestaciones que este sábado dejarán sentir su mensaje de
inconformidad en más de 71 países de todos los continentes, reporta
Prensa Latina.
"Los bancos no tomarán más nuestras casas. No
robarán a los estudiantes. No destruirán más el medio ambiente. No
financiarán la miseria de la guerra. Los bancos no causarán más
desempleo masivo", es el mensaje que llevan las protestas.
Según un comunicado del movimiento global en el
sitio 15october.net los poderes establecidos actúan en beneficio de
unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin
importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar.
Hay que poner fin a esta intolerable situación .
Unidos en una sola voz, haremos saber a los
políticos, y a las élites financieras a las que sirven, que ahora
somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No
somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos
representan, plantean.
Mientras, en Estados Unidos millares de personas
demandarán acortar la brecha entre ricos y pobres, en un movimiento
que resonará de costa a costa.
Los llamados indignados alientan a sus compatriotas
a acabar con lo que ellos llaman las prácticas desleales del uno por
ciento de la población.
Plantean que el uno por ciento de los
estadounidenses son propietarios del 24 por ciento de la riqueza
nacional; y el cinco posee más del 40 por ciento de ésta.
Este ejército de inconformes está formado
principalmente por desempleados, muchos de ellos profesionales, pero
con el paso de los días se van uniendo maestros, empleados públicos,
sindicalistas, entre otros.
Al respecto, el columnista Paul Krugman sostuvo en
un artículo publicado en el diario The New York Times que queda por
ver si el movimiento va a cambiar la dirección de Estados Unidos.
Por lo pronto, agrega, las protestas ya han
provocado una reacción histérica de Wall Street y en general en los
superricos, mientras la oligarquía estadounidense trata de suprimir
"cualquier crítica de las fuentes de su riqueza".
Se espera que a partir de ahora el movimiento de
protesta Ocupar Wall Street (OWS) pase a tomar por derecho ciudadano
un puesto importante en el debate político nacional estadounidense.
Ya la Casa Blanca y los partidos del país prestan
atención a las protestas, e incluso hay aproximaciones para usar su
fuerza en los comicios presidenciales de 2012.
Según comentaristas políticos Ocupar Wall Street
pide atención para ese gran por ciento de estadounidenses a los que
no escucha la Casa Blanca, y sobre todo son menospreciados por la
inmensa telaraña financiera integrada por las grandes corporaciones
y los megabancos, virtuales dueños de media Norteamérica.