WASHINGTON, 13
de octubre.— El presidente estadounidense, Barack Obama, mantuvo hoy
las acusaciones contra Irán por la supuesta preparación de un plan
para asesinar al embajador saudita en EE.UU., y amenazó con
sanciones más duras para aislar al Gobierno de la nación persa.
Según Europa Press, durante una rueda de prensa, Obama advirtió
que su país intentará "movilizar a la comunidad internacional"
contra Irán para "asegurarse de que esté cada vez más aislado y
pague un precio por este tipo de comportamiento".
Pese a que el Gobierno iraní rechazó las acusaciones como
propaganda de Washington para desviar la atención de sus problemas
internos, el "emperador" Obama las dio por ciertas y las enmarcó en
el "comportamiento peligroso y temerario" de la República Islámica.
Las afirmaciones del mandatario tienen lugar luego de que varias
publicaciones como The Washington Post y The Wall Street Journal,
también pusieron en duda la veracidad de la campaña orquestada por
las autoridades estadounidenses, agrega PL.
Ambos medios citaron a especialistas, quienes manifestaron su
escepticismo ante los hechos por considerar el complot mal
organizado. La sospecha de que la cúpula iraní está implicada se
basa solo en deducciones, señalaron.