Hay
muchos recuerdos inamovibles en la memoria de los que vivimos con
intensidad la escena rockera de la década de los años noventa. Por
aquellos años, la leyenda de Havana se extendía con fuerza entre la
legión de seguidores que llenaban a reventar sus presentaciones. La
escudería transpiraba la camiseta con un vibrante combustible
espiritual que la llevó a protagonizar una pléyade de conciertos de
largo aliento en la escena local. Eran actuaciones que dieron
testimonio del mundo interior y de las búsquedas más personales de
los integrantes de la banda y particularmente de su histórico
vocalista y director, Iván Latour.
Con menos de 30 años sobre las espaldas en aquellos tiempos,
Latour, una especie de Kurt Cobain insular, se aplicaba a fondo para
convertir los performances de Havana en espectáculos realmente
envolventes, en los que salía a defender con todo su credo personal
y artístico. Lo hacía secundado por una selección all stars
que en un principio estuvo formada por X Alfonso (bajo), Osamu
Menéndez (guitarras), y Mario Javier "Neni" Fernández en la batería.
Más de una década después rememora aquella época en la que se
hizo de un puesto de honor en la memoria afectiva de la vasta
comunidad rockera de los años noventa. "Yo estuve en la escuela de
superación profesional con Frank Delgado, Carlos Varela, Gerardo
Alfonso, Donato Poveda¼ Gerardo era mi
hermanito y cuando escribía una canción iba a cantarla a mi casa
antes de estrenarla. También conocí a Santiago Feliú y nos hicimos
muy amigos. Entonces, por otro lado, Descemer Bueno y Robertico
Carcassés me propusieron armar un grupo y de ahí nació Havana", dice
Iván a Granma.
Su debut "oficial" ocurrió en los tramos iniciales de los años
noventa. "El primer concierto fue en la Casa del Joven Creador de la
capital. Ahí se incorporaron Descemer y Robertico. Después de esa
locura, se me apareció X en la casa con un póster que tenía la
imagen de nosotros y me sugirió el nombre de Havana".
Un hito en su carrera vino con el Premio Cubadisco en 1998 por el
icónico fonograma Puertas que se abrirán, en el que intervino
el músico Jorge Luis Barba, quien sustituyó a X en 1995. El álbum,
laureado en la categoría de rock, estuvo armado por 13 canciones,
como las imprescindibles Ella y él y Como un rayo, en
las que se podían leer los conflictos existenciales, desgarramientos
y sentimientos más recónditos de sus miembros. "Nosotros procedíamos
de caminos diferentes. Yo escribía las canciones y las arreglábamos
entre todos. Cada uno incorporaba lo que tenía adentro y lo
reflejaba en las letras. Pearl Jam, Nirvana, Soungarden y Led
Zeppelin fueron algunas de nuestras influencias en esa época".
Con una sonoridad llena de elementos grunge, Havana logró
incluso acceder al circuito de los principales teatros del país.
"Teníamos muchas ganas de llevar adelante nuestra música y
comenzamos a tocar puertas. Por eso el disco se llamó Puertas que
se abrirán. Cuando tú amas, y crees en lo que haces, tienes que
defenderlo con toda la fuerza del mundo. Ahora, por suerte, hay
muchos grupos que trabajan así", apunta.
En 1998, Havana se trasladó a México donde publicó un CD que
sorprendió a sus seguidores más fieles, ya que se alejaba de la
sonoridad inicial de la formación. "Los primeros años en México
fueron fatales. Ese mundo no tenía nada que ver con nuestro proceso
creativo. En el 2001 hicimos un disco titulado Havana (2001)
pero no era el que queríamos. Lo que me salvó de crear ese material
fue la inclusión del tema La fotografía, una canción
totalmente anticomercial", confiesa el autor de Otro amanecer.
Hace menos de un año, Iván Latour estrenó en los escenarios
cubanos su álbum Flores de mayo. El disco, producido por el
guitarrista Amed Medina, define su nueva etapa como cantautor tras
la desaparición de Havana. "Este material —señala— es un nuevo
comienzo para mí y lo agradezco mucho. Después del concierto me
sentí muy emocionado por compartir con mucha gente que hacía tiempo
no veía. Ahora mismo me gustaría irme de gira por Cuba porque
extraño mucho tocar en las provincias. Eso sí, ya no correré por los
escenarios como en los años noventa, aunque siempre seré el
vocalista de Havana. Porque esta banda, sin duda, cambió mi vida".