El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que es imposible
que su país y los demás integrantes del ALBA reconozcan la supuesta
autoridad de transición en Libia, en entrevista difundida este
miércoles por la cadena TeleSur.
El mandatario boliviano recordó que lo sucedido en la nación del
norte de África fue gestado desde el Consejo de Seguridad de la ONU
y por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), algo
que todo el mundo conoce, reporta Prensa Latina.
Lamentó el auge cobrado por ese tipo de intervenciones en la
actualidad, como una fórmula para acabar con gobiernos y presidentes
opuestos a designios imperiales, con el visto bueno de la ONU.
Señaló que la evolución de los acontecimientos en Libia puso en
evidencia el marcado interés e incluso disputas por el petróleo de
esa nación por parte de transnacionales y gobiernos de algunos
países capitalistas, mientras proclamaban que sólo combatían a
Muamar Gaddafi.
Esa es la nueva estrategia del capitalismo y del imperialismo ,
sentenció Morales y explicó que tratan de crear conflictos internos
en un país, para dar una imagen de división y conflictos, e
intervenir con el uso de la fuerza, como lo hicieron en Libia.
El dignatario expresó que la Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América (ALBA) también mantiene una postura común
respetuosa respecto al derecho de reconocimiento de Palestina,
asunto a ser analizado por la ONU el próximo día 23.
Morales reiteró que ya era hora de que las Naciones Unidas
reconozca el derecho de reconocimiento de Palestina como nación,
respaldado también por los miembros del ALBA.
En otro tema, el jefe de Estado boliviano confirmó que de las 66
comunidades indígenas residentes en el Parque Nacional Siboro Sécure
(Tipnis) sólo unas 10 participan en la marcha contra la construcción
de caminos que se lleva a cabo.
Lamentó que algunos se opusieran a la construcción de la
carretera de Cochabamba a Beni, que significará la unión del oriente
con el occidente, y es un viejo sueño de los bolivianos, incluso
desde antes de la independencia.
Morales denunció que entre los demandantes hay un grupo usado por
la Embajada de Estados Unidos y Usaid (Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional, por su sigla en inglés).
Señaló la ironía de que entre los que apoyan las marchas de
protesta están también personas que huyeron a Estados Unidos, porque
sobre ellos pesaban acusaciones por perjuicios económicos, contra la
vida y los derechos humanos.
Señaló que en realidad la oposición, contraria por esencia a la
causa de los indígenas, estaba movilizada para apoyar esta marcha,
por lo cual era inexplicable que algunos hermanos y líderes de esas
comunidades se dejaran engañar y manipular.
Las protestas de indígenas en Tipnis están respaldadas por el
Gobierno de Estados Unidos, aseguró Morales y reveló que se han
descubierto contactos de la embajada de ese país en La Paz con
algunos dirigentes indígenas.
El mandatario reiteró que, para las auténticas demandas, el
gobierno abrió y mantendrá un diálogo a fin de canalizar todas las
reivindicaciones, pues se trata de un derecho del pueblo boliviano y
una obligación que asume el estado por principios.