El presidente boliviano, Evo Morales, rechazó este miércoles la
llamada política de paz del dignatario estadounidense, Barack Obama,
preñada, dijo, de doble moral.
En conferencia de prensa en Nueva York, donde asiste al 66
período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, el
estadista de origen aimara afirmó que no se construye la paz con
bases militares en varios países, reporta Prensa Latina.
Morales manifestó sentirse decepcionado de Obama, pues éste habla
de paz duradera, pero ese tipo de paz no se construye con bases
militares ni con intervenciones, remarcó.
El jefe del Estado Plurinacional pidió a su par en Washington,
Premio Nobel de La Paz, que dé una señal acabando con las armas
nucleares y la carrera armamentista en el norteño país.
Morales se preguntó por qué Estados Unidos no ratifica el
protocolo de Kioto, y en ese sentido señaló que Washington no tiene
moral para hablar de la defensa de la naturaleza.
Asimismo afirmó que Obama presenta un doble discurso al referirse
a la situación en Libia, donde las tropas de la Organización del
Tratado Atlántico del Norte(OTAN) bombardean ese país.
También pidió a la Casa Blanca y al Consejo de Seguridad de la
ONU a pronunciarse sobre el conflicto árabe-israelí.
Para Morales, las intervenciones militares en estos dos casos son
para apropiarse de los recursos naturales, una nueva metodología del
imperialismo, del capitalismo, para enfrentar sus crisis
financieras, agregó.
Morales, quien deberá presentar este miércoles su discurso ante
la Asamblea general, se refirió además al doble rasero en la lucha
contra el narcotráfico, en alusión a un informe de Obama que
descertifica a Bolivia y a Venezuela en ese enfrentamiento.
Morales aseguró que la medida es contra gobiernos y pueblos que
se oponen a la instalación en sus territorios de unidades militares
y son críticos de Estados Unidos.
De otra parte, aseveró que Bolivia redoblará los actuales
esfuerzos en el combate a las drogas y la erradicación de cultivos
excedentes de hojas de coca.
Al respecto mencionó las contradicciones de la Convención de 1961
sobre Estupefacientes que legaliza el consumo de cocaína bajo receta
y no acepta el masticado de la hoja de coca en países andinos.
Aclaró que la posición asumida por La Paz es la de llevar
adelante un combate frontal al narcotráfico, pero sin que ello
signifique desconocer las tradiciones culturales de países, que
utilizan a la coca en su estado natural.