Las políticas de repatriaciones llevadas a cabo por el Gobierno
del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, generó fuertes
protestas de inmigrantes indocumentados en la isla de Lampedusa.
Las manifestaciones ya causaron cerca de una veintena de
lesionados durante la represión policial contra un centenar de
extranjeros, amotinados frente a una gasolinera de ese meridional
territorio.
Según medios de prensa locales, unos 50 ciudadanos se han
enfrentado a los inmigrantes con piedras, junto con la fuerza del
orden, que intentó hacer retroceder a los indocumentados, en su
mayoría, procedentes de Túnez.
Los lugareños también agredieron a periodistas, a quienes
acusaron de promover una imagen distorsionada de lo que ocurre en la
isla del sur de Italia.
El alcalde de Lampedusa, Bernardino De Rubeis, pidió la
intervención del presidente italiano, Giorgio Napolitano, ante la
desatención de Berlusconi y del ministro de Interior, Roberto Maroni.
Desde el inicio de las revueltas en varios países árabes llegaron
a las costas del Estado europeo más de 57 mil personas, de las
cuales 13 mil fueron devueltas y otras permanecen en centros de
retención a la espera de ser devueltas a sus lugares de origen.
El Centro de Internamiento de Extranjeros de la pequeña isla
mediterránea alberga a más de dos mil 800 inmigrantes, en un sitio
donde solo caben 800, reportó Prensa Latina.