El gobierno griego prevé despedir a 150 mil empleados públicos y
recortar aún más los sueldos y pensiones, como parte de un severo
plan de ajuste que ha generado el rechazo de varias organizaciones
sindicales, informó Prensa Latina.
En una circular enviada ayer a todos los ministerios, el titular
de Reformas Administrativas, Dimitris Repas, pidió una lista del
personal considerado prescindible y de los departamentos que se
puedan cerrar.
La reducción del 30 por ciento del número de funcionarios y
empleados estatales es una de las exigencias de la Unión Europea
(UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) al país heleno para
entregarle el sexto tramo de un plan de rescate por valor de ocho
mil millones de euros.
El nuevo paquetazo del gobierno, pactado con la UE y el FMI,
contempla también más recortes salariales, el cierre y fusión de
organismos estatales, aumentos de impuestos sobre el combustible y
aceleración de las privatizaciones, según medios de prensa locales.
Esas medidas solo nos llevan a la miseria. Ahora no hay
suficientes empleados en los hospitales, ni profesores. La situación
es trágica, declaró una portavoz de la Asociación de Empleados
Públicos.
Cientos de estudiantes recorrieron el martes las calles de esta
capital para protestar contra los recortes en el presupuesto de la
educación, entre otras medidas.
Nuestra vida se ha convertido en un infierno. No podemos comprar
productos de primera necesidad. Las clases empezaron hace una semana
y no tenemos ni profesores, ni libros y dicen que no hay dinero para
imprimirlos, denunció una de las manifestantes.
En señal de protesta, los jóvenes arrojaron frente a las puertas
del Parlamento CDs y DVDs que contienen libros de texto.
Mientras, la Asociación de Empleados Públicos convocó a un paro
esta semana para expresar su desacuerdo con los ajustes y despidos.
A las protestas se sumarán el jueves los sindicatos de los
trabajadores del metro y de los tranvías y a partir del domingo los
controladores aéreos.