SANAA, 16 septiembre.— Opositores al gobierno de Alí Abdulah
Saleh ratificaron hoy su determinación de mantener la presión para
un cambio democrático en Yemen durante una jornada marcada por otras
demostraciones de descontento popular en Egipto, Siria y Bahrein.
El pueblo yemenita ha decidido que no se detendrá hasta ser libre
, coreaban miles de manifestantes concentrados en la carretera
Sitten este viernes protegidos por soldados disidentes leales al
general Alí Mohsen Al-Ahmar, miembro de la influyente tribu Hashed.
Identificados como brigadas de la victoria, los subordinados a
Al-Ahmar se desplegaron en la Plaza del Cambio de Sanaa, mientras
seguidores de Saleh convergieron en la plaza Sabiine para pedir el
regreso del mandatario de Arabia Saudita, donde recibe atención
médica.
Entretanto, miles de manifestantes opositores se pronunciaron por
la renuncia del jefe de Estado en Taiz, donde las fuerzas de
seguridad hicieron disparos de advertencia contra los inconformes
para dispersarlos, provocando un muerto y 13 heridos, según los
médicos.
Muestras de malestar se registraron también en el campus de la
Universidad Americana en El Cairo, donde estudiantes miembros del
movimiento revolucionario que derrocó a Hosni Mubarak arriaron
bruscamente la bandera estadounidense.
La acción siguió a las oraciones musulmanas de hoy en la plaza
Tahrir, en uno de cuyos extremos se localiza la universidad, y
obedeció a la irritación de los estudiantes por la falta de
respuesta a varias demandas hechas a la presidencia de esa casa de
estudios.
Mientras en la capital egipcia transcurrieron sin incidentes de
relevancia las movilizaciones contra la extensión del estado de
emergencia por la Junta Militar, en Siria se reportaron choques
entre militares y los que el gobierno define como terroristas
armados.
Las fuerzas de seguridad patrullaron las regiones de Hama, Homs y
Deraa para contener actos hostiles de la oposición, que dijo tener
confirmación de 26 muertos presuntamente por disparos de los
gubernamentales tras los rezos islámicos.
Activistas reiteraron sus reclamos de renuncia del presidente
Bashar Al-Assad durante la marcha convocada con el lema central de
Continuaremos hasta derrocar el régimen, además de la consigna de
muerte antes que humillación.
Escenas violentas se registraron también en Sitra, un enclave
petrolero de Bahrein, cuando miembros de la mayoritaria población
musulmana chiita asistían al funeral de una víctima de la represión
policial y pidieron la abdicación del rey Hamad Bin Isa Al Khalifa.
A su vez, el clérigo chiita jeque Isa Qassim acusó a la minoría
sunnita que gobierna la isla del Golfo Pérsico de tratar a los
chiitas opositores como enemigos del Estado, acentuando las
tensiones que provocaron las revueltas de febrero a favor de cambios
democráticos.