Cada ciudadano de la Unión Europea tira a la basura anualmente un
promedio de 179 kilogramos de verdura, fruta, carne y otros
productos alimenticios.
Al referirse a los resultados del estudio, el comisario europeo
de Sanidad y Consumo, John Dalli, declaró que se trata de un
monstruoso ejemplo de despilfarro de los recursos.
Un 42 % de los desechos alimentarios proceden de los hogares
europeos, otro 39 % corresponde a las empresas de producción, y un
14 % a los mercados.
En la investigación, que no incluyó los residuos de la producción
agrícola y pesquera, se explicó que estas cantidades desorbitadas se
deben a una producción excesiva de alimentos, una conservación
indebida y a hábitos de derroche entre los consumidores.