TRÍPOLI, 15 de
septiembre.— Rodeados en una falsa aureola de salvadores del pueblo
libio, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y el primer
ministro británico, David Cameron, se presentaron en Trípoli para
respaldar y prometer ayuda al autodenominado Consejo Nacional de
Transición (CNT), organismo que a su vez les prometió "prioridad" en
los contratos efectuados por Libia, reseña El Público.
Durante el encuentro, Cameron anunció que Londres desplegará un
equipo de militares británicos para asesorar a los sublevados en
materia de seguridad, y prometió devolver a Trípoli valores por 790
millones de dólares congelados al Gobierno libio, en lo que pretende
ser una nueva inversión británica en el lucrativo negocio de la
reconstrucción de un país que ha sufrido seis meses de guerra.
A su vez Sarkozy aseguró que la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) seguirá con su misión en Libia mientras siga
siendo necesaria, reporta Europa Press. El mandatario francés arengó
a los participantes en la reunión potenciando la injerencia en los
asuntos del pueblo libio cuando expresó que "ustedes quisieron la
paz, ustedes quisieron la libertad, quieren progreso económico,
Francia, Gran Bretaña y Europa estarán del lado del pueblo libio",
cita AFP.
Durante la breve estancia, los estadistas renovaron el
ofrecimiento para mantener los bombardeos de la OTAN contra fuerzas
de Gaddafi en los bastiones de Bani Walid, Sirte y Sabha, informó
PL.
Por su parte, el presidente del CNT, Mustafa Abdeljalil,
agradeció a los gobernantes por el papel protagónico de ambas
potencias en los bombardeos de la OTAN: "la victoria nunca habría
sido posible sin la ayuda de los aliados y especialmente de Francia
y del Reino Unido", declaró.
Además aseguró que los países que apoyaron al Consejo en la lucha
contra Gaddafi tendrán "prioridad" en los contratos que celebrará
Libia, indica ANSA.
En tanto los aviones de la OTAN mantuvieron en las últimas horas
sus bombardeos en puntos dentro y en los alrededores de Bani Walid
para facilitar el avance de los alzados, una estrategia similar
utilizada en la costera Sirte, donde los opositores anunciaron haber
entrado.
No obstante, los reportes apuntan que en Sirte, ciudad natal de
Gaddafi, prosiguen —hasta ahora sin éxito— negociaciones entre
sublevados y jefes tribales locales para tratar de que se rindan.