La primicia que nos entrega ahora al autor de El engaño de las
razas visto desde el prisma del jurista —profesión que también
ejerció el antropólogo mayor y de cuyas experiencias poco se habla—
se le agradece al poeta y ensayista David López Ximeno.
Una profunda indagación que circunvala el tema del hampa o la
mala vida imbuida en la criminalidad y asociada directamente a
prejuicios raciales, materia poco tratada y menos conocida entre las
versátiles investigaciones llevadas a cabo ininterrumpidamente por
Don Fernando Ortiz, son objetivos en la obra de este autor que lo
tocó de cerca cuando siendo él un estudiante de Derecho se bebió
Los negros brujos y Los negros esclavos, "porque estas
obras hacían referencia a cuestiones jurídicas e históricas" y al
que no deja de impresionarlo "la actualidad que tiene la visión
orticiana del proyecto de sociedad cubana".
Motivado a investigar específicamente sobre este tema "porque me
di cuenta de que en las obras de otros investigadores había lagunas
en el tratamiento del positivismo criminológico y en el enfoque del
pensamiento criminológico del joven Ortiz, quien pasó por un
profundo proceso de transformación dialéctica de su pensamiento
después de escribir Los negros brujos", se apasiona también
con otros tópicos como su pensamiento sobre el espiritismo
científico y las teorías kardecianas.
Obviamente haces justicia con tu obra al hombre negro que ha sido
blanco de miradas prejuiciadas en torno a la criminalidad¼
"Por supuesto que le hago justicia. Este es un tema recurrente en
mi obra que está influenciada por la poética y la estética de poetas
y artistas afroamericanos, caribeños y cubanos entre los que se
destacan: Langston Hughes, Yusef Komunyakaa, Edouard Glissant y
Nancy Morejón. En mi poemario Newyorker`s Jazz, aparece la
poética y el sentimiento del jazz, entremezclado con la fuerza de
los cantos ancestrales. Los textos de Música sacra toman
forma de rezos íntimos para los ancestros. Pero el ensayo es otra
cosa, escrito para desmontar y desmitificar todos los prejuicios
sobre la supuesta criminalidad del negro. En la obra de Don Fernando
Ortiz se encuentra la llave para comprender el asunto".
¿Cuáles otras acciones culturales crees que podrían secundar tu
aporte investigativo?
"Se debería escribir más sobre estos temas. Se debería debatir
públicamente, hablar sin medias tintas ni miedo para que la gente
tome conciencia de que somos un país mestizo y tenemos una cultura
nacida de la mezcla".
¿Qué otros proyectos están ahora entre tus prioridades?
"Ahora estoy trabajando los conceptos de Ortiz sobre el hampa de
los brujos, algo prácticamente desconocido y novedoso".
¿Cuánto hay, en el jurista que eres, de las enseñanzas que te
legó Don Fernando?
"Creo que todo. La ética, el respeto, el decoro, las ansias de
justicia para todos".
¿Cuán necesario resulta el pensamiento de Don Fernando "para
pensar en serio sobre el tema de los prejuicios raciales",
justamente ahora en el Año de los afrodescendientes?
"Siempre resulta imprescindible, para comprender un poco más
nuestra realidad nacional, el por qué somos así, para no dejarnos
influenciar y confundir por doctrinas culturales y políticas
foráneas. El pensamiento de Ortiz nos ayuda todos los días, este
problema de la discriminación racial o de cualquier tipo debe ser
pensado siempre por todos los cubanos honestos, debe ser tocado a
profundidad no solo en el año de los afrodescendientes sino en todos
los actos de la vida cotidiana".