Siria advierte una postura poco constructiva de la Liga Árabe (LA) respecto a la crisis nacional, opinaron hoy analistas al comentar la decisión de aplazar una visita del secretario general de la organización, Nabil El-Arabi.

Medios periodísticos y diplomáticos consideraron soberana la actitud del gobierno del presidente Bashar Al-Assad que pidió a El-Arabi posponer el viaje previsto para este miércoles a Damasco por razones objetivas de las cuales fue informado, según indicó la agencia SANA La decisión se notificó el martes al titular del ente panárabe en medio de continuas manifestaciones opositoras para exigir la renuncia de Al-Assad y de una contraofensiva gubernamental para imponer la estabilidad y el orden en varias ciudades, se recordó.

De modo simultáneo, las autoridades daban sepultura en Damasco, Aleppo, Homs, Hama y Lattakia a seis efectivos del Ejército y de las fuerzas de seguridad muertos por disparos de opositores a los que el gobierno califica de grupos terroristas armados.

Fuentes opositoras aseguraron, asimismo, que 10 activistas perdieron la vida en enfrentamientos con miembros de las fuerzas de seguridad en las localidades de Souk Al-Hashish, Hamam y Bayda, en Homs, así como en Ristun, el suburbio de Zmelka, en Damasco, y Aleppo.

La agencia oficial de noticias SANA reportó, por otro lado, reuniones preparatorias en Lattakia para las sesiones del diálogo nacional convocado por Al-Assad a fin de discutir mecanismos de lograr una amplia participación popular dentro de una visión patriótica.

Analistas subrayaron, sin embargo, que el aplazamiento del viaje de El-Arabi se conoció después de declaraciones suyas a la prensa en El Cairo que resultaron ofensivas a Damasco, sobre todo tras el rechazo sirio a una reciente declaración de la LA.

El diplomático de nacionalidad egipcia señaló que vendría a Siria con un mensaje claro para sus dirigentes, a tono con la condena avalada por la mayoría del mundo árabe a lo que considera represión del gobierno contra el pueblo sirio e instar al cese del baño de sangre.

Durante la última reunión de ministros de Relaciones Exteriores, la organización integrada por 22 países adoptó una declaración que ignoró la incidencia de la injerencia externa en la crisis, pero expresó su grave preocupación por la violencia que ha dejado miles de víctimas.

Asimismo, el comunicado de 13 puntos llamó a poner fin al derramamiento de sangre y a seguir la vía de la razón antes que sea demasiado tarde, haciéndose eco de la cifra de más de dos mil 200 muertos manejada por la oposición.

Por otro lado, sugirió iniciativas para alcanzar una solución, una de ellas era la visita de El-Arabi para presentar un plan que condujera a elecciones generales en tres años.