El poderoso tifón Talas, reducido a un sistema de baja presión en
el Mar de Japón, dejó al menos 49 muertos y 55 desaparecidos,
mientras los avisos de evacuación continúan vigentes debido a sus
persistentes efectos, reportó Prensa Latina.
Las actividades de socorro ahora se enfocan hacia la prefectura
de Wakayama, en la meridional península de Kii, donde ese organismo
causó estragos al dañar seriamente las instalaciones de agua,
informaron hoy funcionarios del lugar, citados por la prensa.
Considerado el peor desastre meteorológico desde 2004, Talas
provocó deslizamientos de tierra, grandes inundaciones e
insuficiencia de agua potable, en tanto preocupan las condiciones
sanitarias de las zonas afectadas aún cubiertas de lodo y escombros.
Su característico lento movimiento hizo que se registraran
valores récord de precipitaciones en el oeste de Japón el fin de
semana.
Unas dos mil 400 personas se encuentran varadas en 32 comunidades
de las prefecturas de Wakayama, Nara y Mie, ubicadas en la citada
península, donde más de 24 mil viviendas quedaron sin servicio
eléctrico.
Equipos de las Fuerzas de Autodefensa fueron movilizados hacia
las áreas afectadas para socorrer a los varados, mientras los avisos
de evacuación continúan vigentes para unos 17 mil hogares.
La península de Kii es una de las más grandes de Honshu, la
principal isla del archipiélago japonés. Fue declarada Patrimonio de
la Humanidad por la Unesco en 2004 debido a sus sitios sagrados y
rutas de peregrinación. Abarca un área protegida de 495,3 hectáreas.
El país enfrenta este nuevo golpe de la naturaleza cuando todavía
está por recuperarse del terremoto y tsunami de marzo pasado, que
causaron una crisis nuclear calificada de la peor en su historia.