SANCTI SPÍRITUS.— Fuerzas de la Empresa de Aprovechamiento
Hidráulico de la provincia espirituana deben concluir en el
transcurso del corriente año la reparación del sistema de compuertas
de la presa Zaza, trabajo que garantiza una operación más segura del
embalse y su mejor explotación.
Benigno Siles, director de la entidad, perteneciente al Instituto
Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), explicó a Granma que
actualmente se labora en la sustitución de los espejos metálicos,
las juntas y los elementos de fijación (tornillería), así como la
aplicación de pintura anticorrosiva en toda la estructura de
contención de la obra.
Con anterioridad había sido construida una nueva caseta de
explotación y fuerzas del grupo PANELEC, también de Sancti Spíritus,
sustituyeron el pupitre de mando eléctrico y la pizarra de fuerza,
beneficios que igualmente pretenden extender a la derivadora Sur del
Jíbaro y a la presa La Felicidad, en La Sierpe y Jatibonico,
respectivamente.
El directivo explicó que para ejecutar las labores de
rehabilitación del aliviadero se aprovechan los bajos niveles que
acumula actualmente la Zaza, apenas 372 millones de metros cúbicos,
el 37 % de su capacidad.
Valorado en unos 700 000 pesos, el programa de hidrometría que se
lleva a cabo en los sistemas de entrega de la Zaza desde octubre del
pasado año, incluye el mejoramiento de todos los módulos de
regulación con que cuenta el Canal Magistral, trabajos que según
cálculos del INRH pueden representar una disminución de las actuales
pérdidas en un 4 %.
Si se considera que en el 2011 la Zaza entregará al Complejo
Agroindustrial Sur del Jíbaro 411 millones de metros cúbicos, todos
a través del Magistral, la reparación de de sus 58 compuertas (ya
están terminadas 52) significa el aprovechamiento unos 16 millones
de metros cúbicos que hasta ahora se perdían, el equivalente a una
presa de medianas proporciones.
Construido a inicios de la década del setenta con una longitud de
45 kilómetros y un caudal de diseño de 85 metros cúbicos por
segundo, el Magistral se concibió con pérdidas de un 15 % del total
del agua a trasvasar, índice que el deterioro y la falta de
mantenimiento habían elevado en los últimos años hasta un 26 %.