Fuerzas militares de Estados Unidos y Yemen aniquilaron hoy a
unos 20 islamistas radicales en la sureña provincia de Abyan,
coincidiendo con un informe oficial que cifró en 300 las bajas de
los irregulares desde mayo.
Fuentes castrenses señalaron que aviones de combate
estadounidenses atacaron bases de los que el gobierno del presidente
Alí Abdulah Saleh vincula con la red Al-Qaeda, mientras el Ejército
yemenita también arreció su ofensiva terrestre en varias ciudades
meridionales.
Un portavoz afirmó que las bajas de irregulares superaron las 30,
y declinó confirmar la intervención norteamericana en esa operación
aérea, aunque medios locales dijeron que la misma permitió liberar a
miembros de un destacamento yemenita sitiado durante semanas en
Abyan.
Washington y las monarquías petroleras del Golfo Pérsico, en
particular la vecina Arabia Saudita, esgrimen temor a que el caos en
Yemen sirva para ampliar el radio de operación de Al-Qaeda, de ahí
que intervengan, aunque nieguen participación directa en este país.
Reportes médicos indicaron, por otro lado, que al menos cuatro
uniformados leales a Saleh perdieron la vida en los enfrentamientos
del miércoles y este jueves en un área situada ocho kilómetros al
sur de Zinjíbar, capital de la referida demarcación.
Según las fuentes, la arremetida del Ejército forzó el repliegue
de los islamistas de Al-Qaeda que se han afianzado en esa región
desde mayo pasado, mes que también marcó el inicio de una ofensiva
causante hasta ahora de 300 muertos entre los subversivos.
El Ministerio yemenita del Interior afirmó hoy que la ofensiva
antiterrorista provocó también la muerte de 183 efectivos militares,
en medio de una crisis política por manifestaciones contra el
presidente Saleh, que sigue convaleciente en una clínica de la
capital saudita.
La cantidad de terroristas muertos es una señal de que el
gobierno está tomando el asunto seriamente y continuará
combatiéndolos hasta limpiar el país de esos elementos, comentó el
portavoz Abdu Ganadi, al asegurar que también se recuperaron
numerosas aldeas.
Más de 90 mil personas han abandonado sus hogares en Abyan a
causa de los combates y de la pérdida del control gubernamental en
varias regiones del sur también convulsionadas por las protestas
populares, advirtió Prensa Latina.
Opositores a Saleh lo acusan de sobredimensionar la amenaza de
Al-Qaeda en Yemen y de estimular a grupos armados, a fin de
presionar a Washington y Riad para que apoyen su negativa a ceder el
poder.