El milenario conflicto entre sunitas y chiítas se cobró hoy otras
siete víctimas cuando hombres armados emboscaron y tirotearon un
minibús en la región tribal de Kurram, Pakistán.
De acuerdo con un funcionario local citado por medios de prensa
de esta capital, el chofer y los seis pasajeros del vehículo, todos
musulmanes chiítas, resultaron muertos.
Aunque ningún grupo se atribuyó el ataque, autoridades del
territorio responsabilizaron a miembros de la comunidad sunita dada
la frecuencia de los enfrentamientos entre ambos grupos étnicos en
ese turbulento territorio.
En el valle de Kurram y sus inmediaciones también operan grupos
tribales identificados con los ideales del separatismo que a menudo
actúan de modo coordinado con el Talibán y Al-Qaeda.
Atrapadas entre varios fuegos, pues a veces también son víctimas
del Ejército, de los paramilitares y de una milicia local anti-talibán,
alrededor de seis mil familias han huido a otras zonas, advirtió
Prensa Latina.