Los efectos del huracán Irene persisten este jueves en varias
zonas de Estados Unidos, con localidades aisladas por las
inundaciones que generaron las fuertes lluvias y afectaciones en el
servicio de energía eléctrica.
El presidente Barack Obama declaró para Carolina del Norte y
Nueva York la condición de desastre mayor, lo cual facilitaría el
aporte de fondos federales para apoyar la recuperación, reporta
Prensa Latina.
Perdidas estimadas en 10 mil millones de dólares es el saldo que
toman en cuenta hasta el momento las firmas evaluadoras de riesgos,
toda vez que el meteoro afectó a unos 40 millones de personas.
La Casa Blanca anunció un próximo viaje de Obama a Nueva Jersey
para observar los daños causados por Irene.
La Guardia Nacional y los cuerpos de bomberos asumieron la
distribución de agua y alimentos en áreas incomunicadas por las
lluvias, para lo cual se emplean medios aéreos y lanchas neumáticas.
Asimismo, se concretó la evacuación de miles de personas hacia
lugares seguros, unido a la activación de refugios en varias
escuelas y centros comunitarios.
El balance preliminar oficial da cuenta de 43 víctimas fatales,
ocho de ellas en Nueva York.
Irene también dejó su señal en el ámbito político, pues el jefe
de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric
Cantor, exigió que los fondos destinados a la reconstrucción sean
equilibrados con más recortes presupuestarios.
Frente a ello, el gobierno ripostó que la prioridad debe ser
"reaccionar a la catástrofe y ayudar a las zonas siniestradas a
recuperarse".