Tras el paso de Irene, los grupos de pesquisa activa (GPA) de
nuestra brigada médica intensificaron las acciones educativas y
preventivas contra la enfermedad en ese pedazo haitiano pobre, seco
y árido, y que comprende los departamentos (provincias) Norte,
Nordeste y Noroeste.
Los GPA en Haití han pesquisado hasta el presente 2 920 420
personas, entre quienes han detectado 5 512 enfermos del mal, que
hubieran muerto de no haber recibido tratamiento oportuno.
Entre los integrantes de esos pequeños grupos, que mochila al
hombro recorren la geografía montañosa de la patria del gran
Louverture, figura Rolando Altalluz Estrada, un joven médico peruano
formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, que
en el adolorido Haití de hoy hace pesquisa en la comuna de
Ouanaminthe (Nordeste), fronterizo con República Dominicana, junto a
la enfermera holguinera Elena Cardeso Batista.
"Este aprendizaje me ha permitido crecer profesionalmente, ayudar
a un pueblo hermano y conocer su cultura e idioma", expresa el
doctor Altalluz.
En el barrio marginal de City Plante, donde la miseria pareciera
rebrotar de la tierra, atendió el centro de tratamiento de cólera de
Ouanaminthe, en cuya consulta se afana en despejar los temores del
padre de la pequeña Eliane Seliko, de cinco años de edad, a la que
diagnostica una enfermedad diarreica aguda y no cólera. En 20 días
solo han atendido allí dos casos contagiados con el vibrión
colérico.
Atrás quedaron los días críticos de la epidemia como cuando
diagnosticaron en enero pasado a 1 464 enfermos. Esa cifra disminuyó
a menos de 20 en junio y julio, dijo a Granma la doctora
Maritza Hernández Valdés, la artemiseña jefa de nuestra brigada en
el Nordeste.
Tras el paso del huracán Irene se determinó cerrar el centro de
tratamiento de Ouanaminthe, uno de los tres últimos de los 23 que
llegó a tener en Haití nuestro personal sanitario, debido a la baja
tasa de morbilidad del padecimiento.
Ahora la estrategia pasa por mantener la pesquisa y atender a los
contagiados en las 33 unidades de tratamiento de la enfermedad
atendidas por nuestros colaboradores de la salud en este país.
Además, está próximo el regreso a Cuba del último grupo de
refuerzo del Contingente Internacional de Médicos Especializados en
Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
A casi un año del reporte de los primeros casos, el 15 de octubre
del 2010, el cólera ha afectado ya a 428 785 personas, de las que
han fallecido 6 194 con una tasa de letalidad a nivel nacional de
1,44 %.
El doctor Lorenzo Somarriba López, jefe de la Misión Médica
cubana en Haití, confirmó a Granma la fase de endemia del mal
en este atribulado país desde la última semana de abril y señala que
la cantidad de contagiados se ha comportado dentro de los
vaticinios, no así la letalidad, manifestada por encima, debido a
que los otros actores involucrados en este esfuerzo no cumplieron
con todas las medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento
oportuno.
Explica que la brigada médica cubana, que ya ha atendido a más de
75 600 pacientes con cólera, tiene una bajísima tasa de letalidad
acumulada de 0,36%, cuatro veces inferior al indicador nacional.
Tras ratificar que en estos momentos los brotes aislados están
controlados, recuerda que la epidemia de 1991 en Perú se extendió
por 16 países de América y tuvo reportes de enfermos en los
siguientes diez años. De ahí que nuestra brigada insista en la labor
de los grupos de pesquisa activa, las acciones educativas, atención
inmediata a los casos que lleguen a nuestras unidades, el
tratamiento a sus contactos y el control de foco para cortar la
cadena de transmisión. Con ello se evita la propagación de una
enfermedad que mata anualmente en el planeta a más de 100 000
personas.