El gobierno de Perú evalúa hoy la política antidrogas fracasada
en la última década, tras ratificar la decisión de suspender la
polémica erradicación de cultivos de coca, eje de esa línea,
alentada por Estados Unidos.
El análisis fue confirmado por el primer ministro Salomón Lerner,
tras la controversia en torno a la pausa anunciada que registra
reacciones de la embajada norteamericana y de sectores apegados a la
influencia de Washington en el tema.
Tras una sesión del Consejo de Ministros encabezada por el
presidente Ollanta Humala, Lerner confirmó las garantías dadas de
que tras la suspensión se reanudará la eliminación de plantaciones
excedentes.
El Gobierno tiene la decisión política de reducción de cultivos
ilegales; la pausa es para afinar los instrumentos necesarios para
el éxito del combate al narcotráfico, dijo Lerner, al anunciar un
plan de reducción para 2012.
El gobierno dio así un espaldarazo al jefe de la Comisión
Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), Ricardo
Soberón, horas después de que la embajadora de Estados Unidos, Rose
M. Likins, dijera que espera una explicación sobre la sorpresiva
medida.
Soberón es objeto de ataques de sectores afines a las posiciones
de esa embajada y ha aclarado también que la pausa no significa una
flexibilización de la política antidrogas, sino que forma parte de
la evaluación general de una estrategia que en la última década ha
fracasado.
Esa estrategia tiene su eje en la represión de los cultivos de
coca, a los que apelan campesinos por necesidad de subsistencia,
pero, según cifras internacionales, los afectados por la
erradicación vuelven a sembrar cocales en puntos remotos.
En los hechos los cultivos de coca ilegales aumentaron en los
últimos cinco años, pese a la erradicación, lo que ha determinado la
pausa a fin de hacer correcciones que hagan sostenible la
erradicación, señaló Soberón.
Señaló la pertinencia de combatir la cadena del narcotráfico
atacando a los traficantes, el lavado de dinero y el suministro de
sustancias químicas para producir drogas, y señaló que los cultivos
son el eslabón más débil de la cadena del narcotráfico.
Durante su campaña electoral, el presidente Humala planteó el
objetivo de separar a los cultivadores de coca de esa cadena y
ganarlos como aliados en la lucha contra las bandas de traficantes,
advirtió Prensa Latina.
El ministro del Interior Óscar Valdés subrayó el carácter
soberano de la pausa decidida y Soberón apuntó que la revisión de la
estrategia antidrogas incluye negociaciones con el principal
cooperante en la materia (Estados Unidos).