La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, informó que el
país instalará equipos de vigilancia electrónica y bases policiales
en la frontera con Nicaragua, zona de un conflicto limítrofe entre
ambas naciones.
La Comisión Nacional de Emergencia asignó mil 500 millones de
colones (unos 300 mil dólares) para construir la infraestructura de
seguridad en el área y poder garantizar el monitoreo allí durante
las 24 horas, afirmó la mandataria.
Según explicó en rueda de prensa después de una graduación de
policías la víspera, la decisión obedece a la presunta presencia de
jóvenes estudiantes nicaragüenses en un pedazo de tierra al este de
la frontera, que ambos países reclaman como suyo.
Costa Rica se opone al dragado del nicaraguense río San Juan por
parte del gobierno de Daniel Ortega, y acusa a su vecino de dañar un
pequeño humedal que reconoce como Isla Calero en la desembocadura de
la vía fluvial en el mar Caribe, señaló Prensa Latina.
El pasado año, elevó una demanda a la Corte Internacional de
Justicia de la Haya, que en marzo dictó medidas cautelares y orientó
a los dos países abstenerse de enviar personal a la zona del
conflicto.
El organismo de Justicia dictaminó entonces que Nicaragua podía
continuar con el dragado del limítrofe San Juan, mientras que Costa
Rica podía ingresar a personal civil con fines ambientales al
humedal, pero bajo previa consulta con el gobierno sandinista.