Una veintena de heridos y detenidos fue el saldo de la
manifestación que asociaciones laicas protagonizaron aquí contra la
financiación pública de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y la
visita de Benedicto XVI, dio a conocer prensa Latina.
El número de arrestados durante la protesta de la víspera, que
demandó un Estado laico y denunció los gastos ocasionados por la
estancia del Pontífice en España con motivo de la JMJ, asciende a
ocho, mientras 11 resultaron con lesiones leves, informó hoy la
Policía Nacional.
Fuentes de la institución castrense citadas por diversos medios
de prensa precisaron que a los detenidos se les imputan los delitos
de atentado contra agente de la autoridad o de desórdenes públicos
en la emblemática Puerta del Sol, epicentro de la represión
policial.
Momentos de gran tensión se vivieron hasta bien entrada la
medianoche en la citada plaza, en pleno corazón capitalino, entre
los asistentes a la marcha unos cinco mil según fuentes policiales-
y peregrinos de las JMJ.
La manifestación se topó con jóvenes católicos que se encuentran
en Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, lo que
ocasionó enfrentamientos y cargas policiales en Sol, sitio
representativo del Movimiento de los Indignados del 15 de mayo.
Pese a esos acontecimientos, la protesta, cuya cabecera portó una
pancarta con los lemas De mis impuestos al Papa cero y Estado laico
ya, transcurrió sin mayores incidentes y en un ambiente festivo.
Menos crucifijos y más trabajo fijo fue una de las consignas más
coreadas junto a las de No con mis impuestos o Menos curas y más
cultura.
En los carteles también se podían leer frases como Esta no es la
juventud del Papa, Dios sí, Iglesia no o Separación Iglesia-Estado.
El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, declaró que la
marcha pretendía decirle al mundo que en España no sólo hay
población católica sino de otras confesiones porque, acotó, pueden
pensar que toda la ciudadanía respalda la visita de Su Santidad.
Delgado aclaró que no se trata de una protesta contra Benedicto
XVI, sino una reivindicación del Estado aconfesional, de una reforma
de la Constitución que elimine las referencias a la Iglesia y de la
libertad de cualquiera para manifestarse.
Los organizadores de la manifestación denunciaron que las
administraciones públicas invirtieron unos 100 millones de euros en
las JMJ y el viaje del Papa, quien llegará este jueves a la capital
española para presidir el evento.
Señalaron que los gastos se concentran en la seguridad papal y en
alojamientos gratuitos para los peregrinos en colegios y
polideportivos públicos.
También incluyen la creación de un pase de metro rebajado, poco
después de que el gobierno de la Comunidad de Madrid anunció un alza
del precio del billete del suburbano de uno a 1,50 euros.
Benedicto XVI se encontrará con un país en plena crisis
económica, con casi cinco millones de desempleados, y cada vez menos
católico, de acuerdo con todas las encuestas.
Según un sondeo difundido el pasado mes por el Centro de
Investigaciones Sociológicas, organismo dependiente del Ministerio
de la Presidencia, 71 por ciento de los ciudadanos se declara
católico, 11 por ciento menos de lo que reflejaba la misma
indagación en 2000.
Sólo 13 por ciento de los consultados confiesa ir a misa los
domingos y 60 por ciento reconoce que apenas va a la iglesia.