Los 1 800 reclusos palestinos que pretendían realizar sus propias
pruebas de secundaria no pudieron hacerlo debido a una prohibición
del Servicio Carcelario Israelí.
Cada mañana de lunes, hace nueve años, Fatiima Abu Jayyab se
presenta frente a la oficina del Comité Internacional de la Cruz
Roja en Gaza pidiendo ayuda para su hijo, Eyad Khalid Abu Jayyab,
detenido en una prisión israelí y a quien no ha podido ver en el
último lustro.
Eyad fue encarcelado por su filiación política, dice su madre.
Los temores de Fatiima se agravaron desde que se enteró de que su
hijo realizaba huelga de hambre. "No hay nada que pueda hacer para
impedirlo. No puedo llegar a él", dijo.
El jefe de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP),
Tawfiq Al Tirawi, divulgó una declaración de prensa la semana
pasada, luego de la liberación de 770 reclusos palestinos.
"La ocupación israelí ha lanzado una guerra inusual y sin
precedentes contra los prisioneros", señaló.
Al Tirawi acusó a Israel de impedir a los presos realizar sus
exámenes, continuar con sus estudios universitarios y recibir
atención médica.
También el ministro de Prisioneros y Exdetenidos de la ANP, Issa
Qaraqi, condenó la decisión de Israel de no permitir a los reclusos
completar sus exámenes secundarios. "No se ha dado justificación
alguna", dijo Qaraqi a IPS.
En el 2009, Qaraqi apeló a la Corte Suprema de Justicia Israelí
para levantar la prohibición. "Esa sesión fue pospuesta, y (el tema)
no ha sido vuelto a discutir desde entonces", indicó.
El teniente coronel Ian H. Domnitz, del Servicio Carcelario
Israelí, se negó a comentar la situación. "No tratamos estos asuntos
con los medios", dijo a IPS.
Ni siquiera el propio Qaraqi, en su capacidad de ministro, ha
podido visitar a los presos o conocer de cerca sus condiciones de
reclusión.
Maria Cecilia Goin, portavoz de la Cruz Roja en Jerusalén,
reconoció el problema. "Estamos al tanto de la situación, que no
pueden completar sus exámenes secundarios, y estamos siguiendo esto
con las autoridades carcelarias israelíes", señaló.
"Nuestras recomendaciones sobre este problema o sobre cualquier
otro asunto de detención son discutidas solamente con las
autoridades y, por tanto, no compartimos públicamente su contenido",
aclaró.
En marzo del 2010, Marwan Barghouti, del partido político
palestino Fatah, pudo terminar su doctorado en ciencias políticas
estando en prisión. La Universidad de El Cairo y la Academia Árabe
para la Investigación lo habían aceptado en 1999, tres años antes de
que fuera arrestado por Israel.
Pero Qaraqi señaló que el éxito de Barghouti se debió a sus
"esfuerzos personales" y a sus "estudios en secreto", sin que
recibiera ningún tipo de ayuda de las autoridades carcelarias.