En Lagos de Moreno los nuestros intentarán acabar, como en el
2005, con el dominio estadounidense, monarcas en cuatro de las
últimas cinco ediciones, aunque el reto no pinta fácil, pues no solo
a los norteños les sobran credenciales para llevarse el cetro,
también conjuntos a la medida de Japón, República Dominicana,
Venezuela y Taipei de China pueden asaltar la cima.
Los nipones, por ejemplo, quienes realizaron una pequeña base de
entrenamiento en Cuba, seleccionaron a sus 20 representantes de
siete diferentes ligas en su país, factor que según el mentor
Yoshitaka Katori facilitará la cohesión y será muy positivo para el
buen funcionamiento.
Por su parte, 40 jugadores de Estados Unidos participaron en dos
torneos eliminatorios que permitieron al mentor Ernie Pardon
trabajar en su alineación titular y fortalecer su cuerpo de pitcheo,
elementos que considera clave para superar la ronda inicial, donde
contenderán con Brasil, Taipei de China, Australia y los locales,
para luego aspirar al cetro.
Sin duda, norteños y japonenses serán los principales escollos
para los bisoños cubanos, que debutarán ante Holanda en la tarde de
este viernes, en el estadio Romo Chávez, de Aguascalientes. Después
las huestes caribeñas no tendrán respiro, pues enfrentarán
sucesivamente a Japón, República Dominicana y Venezuela, para cerrar
la primera fase con Indonesia, siempre en el mismo escenario.
A la segunda etapa avanzarán los tres mejores de cada llave, que
se agruparán nuevamente para enfrentar a los elencos del otro grupo,
arrastrando los resultados de la primera vuelta. En esa instancia
clasificarán los cuatro punteros a semifinales para definir los
medallistas.
El torneo tendrá particularidades como la ausencia del bateador
designado y la autorización del bate de aluminio, usual en estas
categorías, al igual que la polémica regla Schiller, el nocao y el
supernocao.