MADRID, 18 agosto.— El argentino Lionel Messi se echó a cuestas a
su equipo, y el Barcelona derrotó hoy 3-2 en casa a la mejor versión
del Real Madrid en los últimos años para conquistar la Supercopa de
España.
Los
jugadores del Barcelona celebraron el título.
Con el partido igualado a dos tantos y la prórroga a la vista el
argentino terminó al minuto 87 una triangulación iniciada por el
debutante Cesc Fábregas y seguida por el brasileño Adriano para
mandar de zurda a la redes Casillas el gol del triunfo catalán.
Fue el onceno título para Pep Guardiola, que ya superó en el
banquillo culé a su ídolo, el holandés Johan Cryuff, el número 17
para Xavi Hernández, el futbolista más ganador con la camiseta
blaugrana y la primera Supercopa del Barcelona en cinco
enfrentamientos con el club merengue por el primer trofeo de la
temporada.
Messi convertido en una pesadilla para el Real Madrid sirvió en
bandeja a Andrés Iniesta el tanto que abrió el marcador al minuto
15, con un pase que dejó al volante local solo ante el portero
visitante.
Como en el partido de ida, el domingo anterior, los blancos
ejercieron una presión asfixiante en los primeros momentos pero no
pudieron traducirla en el marcador hasta el minuto 20 cuando
Cristiano Ronaldo desvió un balón frente a la portería de Valdés
para firmar el empate y redondear su primera centena de goles con el
equipo de la capital.
Seis minutos más tarde el crack portugués volvió a meter miedo en
la grada del Camp Nou con un trallazo que se encontró con las manos
milagrosas de Valdés y luego con el auxilio de la madera.
Casi a punto de marchar a los vestuarios para el descanso Messi
puso el 2-1 aprovechando una dejada de taquito de Piqué en la
frontal del área grande a continuación de un saque de esquina.
Entre los cambios de las segunda mitad Mourinho se decidió a
darle minutos al brasileño Kaká, quien sacó un corner que en medio
del barullo aprovechó el francés Benzema para negociar el 2-2 a
falta de ocho minutos para el cumplirse el tiempo reglamentario y
llegar al alargue.
En ese momento los visitantes jugaban mejor que los de casa, que
habían mandado a la cancha a Fábregas y a Keita, en lugar de Villa y
Busquets.
Del trabajo colectivo de los catalanes y de la genialidad del
argentino salió el resultado que proporciona el título 73 en la
historia del Barcelona para igualar la cifra de trofeos de su
archirival.
El partido que ya había tenido una buena dosis de contacto físico
terminó con una riña que derivó en tarjetas rojas para el brasileño
Marcelo, el alemán zil y el español David Villa, estos dos últimos
ya en el banquillo.
En total el colegiado Fernández Borbalán mostró tres cartulinas
amarillas a los locales y seis a la visita.
Pep Guardiola envió a la cancha al mismo once inicial que en mayo
ganó la Liga de Campeones de Europa en el estadio Wembley frente al
Manchester United, mientras José Mourinho comenzó con su compatriota
Fabio Coentrao en lugar de Marcelo, que al inicio de la segunda
mitad sustituyó al amonestado Sami Khedira.