Meses cruciales para el arroz
JUAN VARELA PÉREZ
En el arroz, la falta de integralidad y de planificación son
causantes del bajo aprovechamiento de la campaña de frío, influyen
en el rendimiento, hacen peligrar el plan anual, aumentan los costos
y disminuyen las entregas.
Es
imprescindible organizar bien todas las fuerzas y recursos.
A partir de ahora y hasta el cierre de diciembre, la actual
producción arrocera deberá enfrentar la etapa crucial, por ser la
garante del mayor porcentaje de la cosecha, y el molinazo, al tener
que procesar lo sembrado hasta ahora.
Idalexis Rodríguez Llanes, jefe del Grupo Agroindustrial de
Granos, del Ministerio de la Agricultura, informó que al cierre de
junio la producción del arroz listo para consumir era de 27 982
toneladas y la cifra de ventas al Estado, según los convenios, fue
de aproximadamente 19 000 toneladas y media.
El programa nacional de siembra tiene en su plan del año 173
197,3 hectáreas, y al terminar el primer semestre lo sembrado era de
137 000.
La etapa que abarca del 15 de noviembre al 28 de febrero, ideal
para este cultivo, estuvo por debajo de lo esperado. Lo que falta
del año será para los arroceros una etapa muy difícil y de alta
tensión, al no haberse explotado la mejor época.
A esto se suma lo antieconómico de sembrar en septiembre, por el
pobre rendimiento de los campos en ese mes, explica la especialista
Laudelina Lugo, del propio Grupo.
Rodríguez Llanes explicó que el año debe terminar su proceso
industrial, que incluye cosecha y molinado, con la venta al Estado
de 212 000 toneladas del arroz para el consumo poblacional.
Insumos
en manos arroceras
Los arroceros, que no pocas veces se quejaron por la carencia de
insumos, afirman que esta vez el país les entregó fertilizantes,
combustible, plaguicidas y otros recursos necesarios.
Entre lo que impidió hacer más aparecen una mala estrategia en
las semillas utilizadas, y la poca capacitación que acompañó el
aumento de productores favorecidos por el Decreto-Ley 259, así como
reiteradas violaciones de la disciplina tecnológica.
Hay quienes no usaron con racionalidad y eficiencia el balance de
agua que se les autorizó. Los técnicos del Ministerio de la
Agricultura afirman que los derrochadores esperaban, como otras
veces, recibir una entrega adicional, y olvidaron que los tiempos y
las exigencias ante la baja disponibilidad de agua son otros.
Las
violaciones cuestan caras
En la agricultura las violaciones se pagan caras. El arroz no es
la excepción. ¿Hasta qué punto los técnicos y jefes protegen los
insumos y garantizan que lleguen a su destino sin desviaciones? ¿Por
qué la diferencia entre el rendimiento de algunas provincias y
entidades? ¿En todas partes emplean por igual los recursos técnicos
y humanos?
Dada la sensibilidad de este cultivo y lo que significa en la
sustitución de importaciones, es necesario que preguntas así no
queden sin respuesta.
El alistamiento de las máquinas exige el máximo de prioridad en
momentos en que está activo solo el 54 % del parque total. Esos
medios parecen pocos, pero la real gravedad radica en que son mal
utilizados por desórdenes organizativos y demora en la solución de
las roturas.
La base productiva espera, a su vez, que el Ministerio de la
Industria Sideromecánica garantice con calidad y en tiempo elementos
imprescindibles, entre ellos, los remolques.
Muchas dificultades aún deben erradicarse, en tanto son causantes
de pérdidas en la producción y de trabas en la transportación, el
secado y el molinado del arroz.
Junto a ello, debe trabajarse en la disciplina y organización
para alcanzar el punto de equilibrio favorable en la campaña
(sembrar el 70 % del plan en invierno y el resto en primavera), y
evitar picos de cosecha que pongan en tensión la capacidad de
respuesta. |