MOGADISCIO, 9 agosto.— Cólera, sarampión y malaria amenazan con
extenderse a varios países africanos azotados por la mayor sequía en
seis décadas y expuestos a condiciones de hacinamiento e
insalubridad, alertan hoy expertos internacionales.
El estado de hambruna declarado por ONU en cinco regiones
somalies y la alerta para varias zonas de Etiopía, Djibuti, Uganda y
Kenya adquieren mayor alcance ante la propagación de enfermedades
infecciosas, con reales riesgos de difundirse hacia otros países.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamaron la
atención sobre la multiplicación de casos de sarampión y cólera por
la falta de agua potable y alimentación deficiente.
La mayor incidencia del cólera está en las regiones somalíes de
Mogadiscio, Bay, Mudug y Lower Shabelle.
Más de cuatro mil enfermos con cólera recibieron atención en el
Hospital Banadir de esta capital, cerca del 80 por ciento menores de
cinco años y han muerto 172 personas, la mayoría niños.
El brote de sarampión ataca más en el campamento de refugiados de
Dollo Ado, en Etiopía, donde se han registrado más de 17 mil 500
casos y un número indeterminados de fallecidos.
Cientos de personas en la República Democrática del Congo
murieron por una grave epidemia de sarampión y cólera, mientras en
los campamentos de refugiados de Dadaab, en Kenya, crece el número
de enfermos y de fallecidos.
Los tres campamentos kenianos pueden acoger a unas 90 mil
personas y dan albergue a 440 mil, hacinamiento que propicia el
contagio de estas y otras muchas enfermedades.
Organizaciones internacionales como la OMS y UNICEF, desarrollan
entre los damnificados africanos campañas de vacunación en niños e
instruyen normas de convivencia para asegurar una mayor salubridad
en medio de tanta calamidad.