Dos aviones militares llegaron este martes a Estados UNidos con
los restos de 31 soldados estadounidenses y siete afganos muertos al
caer derribado un helicóptero en Afganistán, donde Washington
mantiene una costosa guerra hace una década.
El vocero del Pentágono, coronel Dave Lapan, informó que dos
aeronaves C-17 aterrizaron este martes con los cadáveres en la Base
de la Fuerza Aérea Dover, ubicada en el nororiental y pequeño estado
de Delaware, reporta Prensa Latina.
Según Lapan, los medios de prensa no tuvieron acceso a la pista
de aterrizaje porque los cuerpos aún están sin identificar "debido a
la naturaleza catastrófica de la caída".
Un total de 38 soldados murieron tras ser derribado un
helicóptero de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) en el centro-este de Afganistán, anunció el viernes pasado el
gobierno de esa nación centroasiática.
El incidente, ocurrido en la provincia central de Wardak,
clasifica como uno de los peores sufridos por las tropas extranjeras
desde el inicio de la ocupación, a fines de 2001.