Grand Prix

¿Está obsoleto el 6-2?

ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu

No es primera vez que Cuba emplea el sistema de cinco atacadoras y una pasadora. Tampoco es primera vez que alternarlo con el 6-2 le niega los frutos esperados.

Foto: Getty images Complicada tarea la de Yusidey Silié.

En los dos partidos perdidos en este inicio del Grand Prix (GP) de voli —a manos de Rusia y Tailandia— las antillanas extrajeron magros resultados del 5-1, pues si bien libera a una joven más para el ataque, el recibo no se comporta acorde para que la capitana y pasadora Yusidey Silié sirva bien a las rematadoras con balones provenientes de una recepción inestable. Amén de esa propuesta, permanece en el banco la experimentada levantadora Yanelis Santos, de fuerte servicio y ataque, además de Ana Yilian Cleger.

Para extraer provecho del 5-1, una selección debe poseer jugadoras universales, capaces de recibir, pasar, atacar, bloquear y defender. No es el caso de las cubanas, la muestra reside en que la auxiliar Yoana Palacios (tiempo atrás era central) solo se anotó dos recepciones excelentes ante Tailandia en 23 intentos, mientras su par Wilma Salas logró 9 en igual cantidad de oportunidades. La líbero Emily Borrel tampoco ha sido un espejo para mirarse las dos anteriores, a tenor de que este trío es responsable del recibo.

Palacios y Salas sobresalen a la ofensiva, pero la opuesta Kenia Carcacés, quien hasta hace poco era auxiliar, estuvo por debajo de sus posibilidades en el revés 2-3 frente a Tailandia, cuando marcó 10 puntos, en tanto al día siguiente no jugó contra Perú.

La selección Cuba, de predominante ofensiva, ha de estabilizar su alineación, y para ello más que trabajar por especializar a sus integrantes debe pulirlas de manera integral. En el nivel del Grand Prix no es factible la improvisación, y los cambios hallarán menos espacio si las regulares consolidan su trabajo en el transcurso de la competencia.

En otros equipos del mundo el 5-1 cuaja. Hay quienes dicen que el 6-2 es obsoleto porque limita la ofensiva, pero sin comparar los años cuando Cuba lideraba en el universo del voli con los actuales, ese sistema —desde la época del dúo de pasadoras compuesto por Imilsis Téllez y Ana María García— mostró su validez dadas las características, aún presentes, de los equipos de casa: no exhiben un recibo tranquilo y certero.

Más cercano en el tiempo, las parejas de levantadoras ampliaron su diapasón y atacaban como cualquier otra voleibolista, lo que complicaba a sus adversarias a la hora del bloqueo y al tratar de desentrañar su juego, pues era menos previsible el accionar de las nuestras. En el caso de las cubanas esa posibilidad se debilita al utilizar a una acomodadora, pues Silié únicamente ha marcado 11 puntos en los tres desafíos iniciales del GP.

Quizá si la recepción mejora en aras de un pase efectivo, entonces el 5-1 se convierta en una clave para el éxito de las cubanas.

 

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