Ante la próxima zafra

0rganizar bien y ejecutar mejor

Juan Varela Pérez

La zafra se prepara ahora con nuevas formas organizativas del Ministerio del Azúcar (MINAZ) para mejorar la capacidad moledora de la agroindustria, dejar atrás el exceso de tiempo perdido y pasar a un estadio superior.

Del central Mario Muñoz Monroy se espera mucho más en la próxima zafra.

Experimentados azucareros estiman que las medidas por sí solas no bastan, sobre todo si se tiene en cuenta que durante los últimos años hubo centrales que ni siquiera llegaron al 50 % de la norma potencial.

Entre las causas directas están las roturas e interrupciones operativas que ocasionaron en la zafra anterior más del 15 % del tiempo perdido en la industria.

El MINAZ busca solucionar, en la actual etapa, las causas que motivan la reiterada ineficiencia industrial, alargan la zafra, malgastan recursos y elevan los costos de la tonelada.

El organismo se enfrasca, como parte de las nuevas formas de organización, en generalizar el Sistema Integral de Medición de la Productividad (SIMPRO), el cual posee un carácter de control integral de las disciplinas que incrementan el rendimiento del trabajador.

Especialistas del MINAZ consultados por Granma expresaron que otra esfera de trabajo, incluida en este programa, se relaciona con lo que denominan Competencias Laborales para los centrales azucareros, con la idea de capacitar a directivos, técnicos y operarios.

Mientras se labora en el sistema de certificación de esas competencias, se inicia igual preparación en la agricultura cañera y en las producciones derivadas.

Con la evaluación del desempeño, realizada a todo el personal por sus jefes respectivos y tras la revisión de cada empresa por el Ministerio, fue aprobado el plan de capacitación y preparación para la zafra del 2011-2012, iniciado en mayo pasado.

El mecanismo de control de las reparaciones y la eliminación de los riesgos de seguridad y salud, se inscriben dentro de los fundamentos principales que evalúan el comportamiento del mes y los compromisos para el siguiente.

Estos propósitos preparan a todo el personal para lo que los azucareros llaman Ejercicio de Zafra, una de las acciones de mayor importancia en el sector para la comprobación del estado técnico de no menos del 80 % del equipamiento; después les sigue la declaración de listos, con la intervención de todos los equipos para ratificar si, en verdad, están en disposición de comenzar la molienda.

Algo favorable es que al concluir la zafra pasada el 100 % de los cargos y puestos clave estaban cubiertos, y esa estabilidad del capital humano interviene hoy en las reparaciones de la industria y facilita las nuevas formas de organización.

El procedimiento para la limpieza, diagnóstico, desarme y conservación de la fábrica, regulada por las normas técnicas, se estima como una de las acciones más importantes al terminar cada zafra para confeccionar la estrategia de las reparaciones.

La dirección del Ministerio del Azúcar ha puesto énfasis en estos exámenes periódicos en las empresas críticas por sus pobres resultados en la campaña anterior, y sobre aquellas que presentan mayor complejidad en sus reparaciones.

En ese grupo con el "bombillo rojo prendido" aparecen los ingenios Héctor Molina, el peor entre todos; Boris Luis Santa Coloma, Mario Muñoz, Antonio Guiteras, Amancio Rodríguez, Majibacoa, Arquímedes Colina, Julio Antonio Mella y Argeo Martínez.

Por la capacidad de molida y de producción de estas entidades, el país no puede darse el lujo de que estén a la zaga. De ahí la atención especial, que el MINAZ pone sobre ellas sin descuidar a las restantes.

Igual decisión se aplica en estos momentos en los diagnósticos y conservación de los equipos de mecanización, con el objetivo de determinar su disponibilidad técnica. La atención del MINAZ se concentra en las empresas críticas: 30 de Noviembre, Héctor Molina, Abel Santamaría, Batalla de las Guásimas, Antonio Guiteras, Cristino Naranjo, Bartolomé Masó y Julio Antonio Mella.

En lo que a transporte se refiere, tienen seguimiento diferenciado Villa Clara, Granma y Santiago de Cuba.

Como se aprecia, desde el punto de vista organizativo hay una voluntad en ese organismo que, si es acompañada de la rigurosa exigencia, augura que la próxima zafra pueda sacudirse de la modorra productiva y darle más azúcar a la economía nacional.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir