Experimentados azucareros estiman que las medidas por sí solas no
bastan, sobre todo si se tiene en cuenta que durante los últimos
años hubo centrales que ni siquiera llegaron al 50 % de la norma
potencial.
Entre las causas directas están las roturas e interrupciones
operativas que ocasionaron en la zafra anterior más del 15 % del
tiempo perdido en la industria.
El MINAZ busca solucionar, en la actual etapa, las causas que
motivan la reiterada ineficiencia industrial, alargan la zafra,
malgastan recursos y elevan los costos de la tonelada.
El organismo se enfrasca, como parte de las nuevas formas de
organización, en generalizar el Sistema Integral de Medición de la
Productividad (SIMPRO), el cual posee un carácter de control
integral de las disciplinas que incrementan el rendimiento del
trabajador.
Especialistas del MINAZ consultados por Granma expresaron
que otra esfera de trabajo, incluida en este programa, se relaciona
con lo que denominan Competencias Laborales para los centrales
azucareros, con la idea de capacitar a directivos, técnicos y
operarios.
Mientras se labora en el sistema de certificación de esas
competencias, se inicia igual preparación en la agricultura cañera y
en las producciones derivadas.
Con la evaluación del desempeño, realizada a todo el personal por
sus jefes respectivos y tras la revisión de cada empresa por el
Ministerio, fue aprobado el plan de capacitación y preparación para
la zafra del 2011-2012, iniciado en mayo pasado.
El mecanismo de control de las reparaciones y la eliminación de
los riesgos de seguridad y salud, se inscriben dentro de los
fundamentos principales que evalúan el comportamiento del mes y los
compromisos para el siguiente.
Estos propósitos preparan a todo el personal para lo que los
azucareros llaman Ejercicio de Zafra, una de las acciones de mayor
importancia en el sector para la comprobación del estado técnico de
no menos del 80 % del equipamiento; después les sigue la declaración
de listos, con la intervención de todos los equipos para ratificar
si, en verdad, están en disposición de comenzar la molienda.
Algo favorable es que al concluir la zafra pasada el 100 % de los
cargos y puestos clave estaban cubiertos, y esa estabilidad del
capital humano interviene hoy en las reparaciones de la industria y
facilita las nuevas formas de organización.
El procedimiento para la limpieza, diagnóstico, desarme y
conservación de la fábrica, regulada por las normas técnicas, se
estima como una de las acciones más importantes al terminar cada
zafra para confeccionar la estrategia de las reparaciones.
La dirección del Ministerio del Azúcar ha puesto énfasis en estos
exámenes periódicos en las empresas críticas por sus pobres
resultados en la campaña anterior, y sobre aquellas que presentan
mayor complejidad en sus reparaciones.
En ese grupo con el "bombillo rojo prendido" aparecen los
ingenios Héctor Molina, el peor entre todos; Boris Luis Santa
Coloma, Mario Muñoz, Antonio Guiteras, Amancio Rodríguez, Majibacoa,
Arquímedes Colina, Julio Antonio Mella y Argeo Martínez.
Por la capacidad de molida y de producción de estas entidades, el
país no puede darse el lujo de que estén a la zaga. De ahí la
atención especial, que el MINAZ pone sobre ellas sin descuidar a las
restantes.
Igual decisión se aplica en estos momentos en los diagnósticos y
conservación de los equipos de mecanización, con el objetivo de
determinar su disponibilidad técnica. La atención del MINAZ se
concentra en las empresas críticas: 30 de Noviembre, Héctor Molina,
Abel Santamaría, Batalla de las Guásimas, Antonio Guiteras, Cristino
Naranjo, Bartolomé Masó y Julio Antonio Mella.
En lo que a transporte se refiere, tienen seguimiento
diferenciado Villa Clara, Granma y Santiago de Cuba.
Como se aprecia, desde el punto de vista organizativo hay una
voluntad en ese organismo que, si es acompañada de la rigurosa
exigencia, augura que la próxima zafra pueda sacudirse de la modorra
productiva y darle más azúcar a la economía nacional.