El dilema de Humala

José Vicente Rangel

Sin pretender que el recién electo presidente Ollanta Humala repita en Perú lo que hizo Chávez en Venezuela, hay que decir que lo que sucedió aquí es un espejo.

1º.) La política es un permanente dilema que obliga a definirse. Es hacer o no hacer. Ser lo que se es o renunciar a lo que se es. De poco valen los consejos.

Advertir a un político acerca de lo que debe hacer en determinada circunstancia, equivale a escribir en el agua. Cada quien, en ese impredecible ambiente que caracteriza a la actividad política, termina adoptando decisiones de acuerdo a sus propias convicciones e intenciones, abiertas o veladas, o presionado por los hechos y los llamados poderes fácticos.

2º.) Mi impresión sobre el presidente electo de Perú, Ollanta Humala, es que se halla ante una situación parecida a las de otros políticos que hicieron promesas programáticas para arribar al gobierno y, luego, al triunfar, tuvieron que definirse ante la exigente cita con la realidad. Como a los politólogos y comentaristas de la región, con intención o sin ella, les encanta meter a Hugo Chávez en sus análisis, me voy a permitir hacer lo mismo. Porque lo que ocurrió en diciembre de 1998 cuando Chávez derrotó al puntofijismo, se parece a lo de Humala con su triunfo sobre la derecha peruana. (Tomado de Panorama, Venezuela)

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir