Esta edición, auspiciada por en el Instituto Cubano de
Investigación Cultural Juan Marinello, se dio a conocer inicialmente
en 1972 en el periódico Granma, y también fue reproducido por
la revista Cuba en el Ballet.
La aproximación del escritor al arte de la Alonso coincidió con
los éxitos de la artista ese año, como bailarina y coreógrafa, en la
Ópera de París. Para la nueva edición que ahora se presentó, al
cuidado de Anette Jiménez Marata, se partió del original
mecanográfico revisado y con indicaciones manuscritas del autor.
El diseño y la selección de ilustraciones fueron realizados por
Ricardo Reymena, que tomó como base la obra Canción para la
extraña flor, del pintor Mariano Rodríguez, pieza inspirada en
Alicia Alonso, y que en la actualidad forma parte de la Colección
del Museo Nacional de la Danza.
Alicia Alonso con emotivas palabras recordó su amistad con el
destacado intelectual, mientras que Pedro Simón, director del Museo
Nacional de la Danza, tuvo a su cargo la presentación de este
cuaderno que será de gran utilidad para los estudios del arte
danzario.