SANTIAGO DE CUBA.— Protagonistas de este Festival del Caribe, los
77 miembros de la delegación de Trinidad y Tobago ofrecieron al
público asistente al Teatro Heredia, una extensa gala artística que
puso de manifiesto la enorme diversidad cultural del archipiélago
cuya población, cercana a los 1,3 millones de personas, tiene
ascendencia india, africana, europea, mediterránea y china.
Con la entonación de los himnos nacionales de Cuba y Trinidad y
Tobago abrió el espectáculo que luego dio paso a las intervenciones
de Jennifer Jones, embajadora de ese país en nuestra Isla, y Winston
Peters, ministro de Arte y Multiculturalismo. Ambos manifestaron su
agradecimiento por la acogida del pueblo santiaguero y, en nombre de
sus habitantes, expresaron el gran honor que sentían por ser el país
al que está dedicada esta edición de la Fiesta del Fuego.
Cantantes de música tradicional, danzas clásicas indias y
folclóricas africanas, distintos ritmos de tambores y guitarras, el
calipso, la soca —género derivado del calipso pero con ritmos más
lentos y densos—, así como poetas, declamadores y la reconocida
Steel Band conformaron el programa de la gala que, ese país de 23
islas en el Caribe anglofóno, trajo a la más caribeña de nuestras
ciudades.
La nutrida herencia cultura de Trinidad y Tobago posee una
intensa actividad artística y diferencias regionales y
socioculturales dentro de cada islita. Famosa no solo por ser el
lugar de nacimiento de la música calipso y steelpan —único
instrumento musical acústico inventado en el siglo XX— la cultura
trinitaria cuenta con dos Premios Nobel de Literatura, los
escritores Derek Walcott (aunque nació en Santa Lucía se considera
lugareño) y Vidiadhar Surajprasad Naipul.