El estado de Minnesota (medio oeste estadounidense), amaneció
este viernes con una suspensión de la mayoría de las actividades del
Gobierno, tras terminar sin acuerdo las discusiones acerca del
déficit estadual de cinco mil millones de dólares.
El gobernador demócrata, Mark Dayton, pretendió, en línea con la
propuesta de la Casa Blanca, aumentar los impuestos a quienes ganan
más, pero los republicanos plantearon su oposición a la iniciativa.
Esta es una noche de profundo pesar para mí, expresó Dayton en un
mensaje difundido anoche. Según el gobernador el bando contrario
prefiere proteger al puñado de minnesotanos más ricos a costa de
todos los demás.
Los efectos de la parálisis gubernamental se sienten ya, pues
miles de empleados dejaron de laborar y muchos servicios están
interrumpidos.
La controversia en Minnesota es reflejo de lo que ocurre a nivel
nacional pues los legisladores de ambos partidos siguen sin ponerse
de acuerdo en cómo resolver el tema del gasto público.
El gobierno de Barack Obama propone recortar al menos 1,3 mil
millones de dólares en una década y pretende hasta 400 mil millones
de dólares en nuevos impuestos.
Sin embargo, los republicanos piden más reducciones de gastos y
ningún aumento fiscal.
La reguladora de la banca estadounidense, Sheila Bair, advirtió
la víspera que los parlamentarios juegan con la actual situación de
peligro, al no acabar de anunciar el incremento del límite de la
deuda del país.
Antes del 2 de agosto próximo deben fructificar las negociaciones
para elevar el techo del débito de 14,3 mil millones de dólares,
para evitar que Estados Unidos caiga en una moratoria que puede
conducir de vuelta a la recesión y al desplome de los mercados
financieros, dio a conocer Prensa Latina.