HANOI.—
El típico hieratismo del público en las grandes galas artísticas de
Vietnam fue desterrado por una contagiosa rumba cubana que invadió
la noche marina de Nha Trang, según atestiguó una crónica de Prensa
Latina.
Hasta esa ciudad costera de Vietnam llegaron los bailarines y
músicos del Conjunto Folclórico Nacional para, más que actuar,
revelar cómo abandonarse sin tapujos al embrujo liberador del ritmo.
Los artistas cubanos se robaron el show en la clausura del
Festival del Mar de Nha Trang, acaparando elogios y nuevos
admiradores.
Como "danza ardiente" calificó la prensa vietnamita la
presentación de los cubanos en la noche final, cuando desfilaron
entre reinas de belleza, estrellas del pop y modelos de las 54
etnias nacionales.
"El desfile fue genial, la respuesta del público excelente y el
trato de los organizadores especial", resumió Geobert Guibert,
representante del Ministerio cubano de Cultura.
Guibert confirmó a Prensa Latina la admiración de la compañía por
el entusiasmo y tesón del cuerpo de baile vietnamita, que asimiló
rápidamente los rudimentos de unos ritmos tan extraños para esta
cultura.
De hecho, los 25 bailarines locales que acompañaron la carroza de
Cuba ensayaban hasta entrada la madrugada, y si no captaron el alma
de la rumba, al menos imitaron sus quiebres con precisión suiza.
"El intercambio con los alumnos de la Escuela de Arte de Nha
Trang ha sido muy fructífero, sus profesores quedaron muy contentos
con esta novedosa experiencia académica", señaló Guibert.